Entre las actividades que suelo incluir todas las semanas en mi resumen de cara al finde, se encuentran las diferentes rutas para niños que, desde hace un tiempo organizan los amigos de Córdoba Legendaria en mi ciudad.

Córdoba Legendaria, tal y como ellos dicen es su página web, es “un proyecto cultural y didáctico, nacido con un objetivo fundamental, dar a conocer al público una visión distinta de la ciudad de Córdoba a través de una serie de rutas a pie y otras actividades culturales, con contenidos dinámicos, contrastados y apartados de los cauces turísticos más tradicionales, con historias que giran entre la realidad y la leyenda, entre el mito y el hecho contrastado”.

Si ya de por sí, la idea de conocer Córdoba de esta forma me atraía mucho, aún más me gustó cuando descubrí que habían desarrollado unas rutas específicas para hacerlas en familia. Ni que decir tiene que me pareció una idea estupenda: recorrer una serie de puntos significativos de la ciudad, con los niños, al mismo tiempo que les muestras/cuentas/representas ciertas historias vinculadas con la historia y vida de la ciudad. Una forma estupenda de aproximar la historia y el patrimonio de la ciudad a los más pequeños.

En la actualidad, realizan dos rutas diferentes, en domingo alternos en horario de mañana de 11:30-13:00 (horario genial para ir con los peques). Estas dos rutas son Córdoba encantada…para niños (con punto de salida la Torre de la Calahorra) y Los Guardianes de Medina Azahara (con punto de encuentro en el párking de Medina Azahara). Toda la información al respecto de estas rutas la encontráis en su web.

Nosotros llevábamos ya un tiempo con ganas de ir, pero hasta la fecha no habíamos encontrado la ocasión. Por eso, cuando Ángel y Magdalena nos invitaron a participar en el pase especial que hacían de la ruta Córdoba Encantada para niños, no lo dudamos ni un momento y allá que nos fuimos.

Se trataba de un pase especial porque, al ser la festividad de todos los Santos, realizaron una ruta nocturna “de Halloween” :-D. Todos los asistentes estábamos invitados a ir disfrazados para que la ruta resultase más divertida y los peques se lo pasaran aún mejor.

Buenooooo…tengo que decir que en nuestro caso fuimos malos invitados y no fuimos disfrazados. Pero hubo auténticos cracks del disfraz…

La ruta comenzaba a las 20:00 en la puerta de la Torre de la Calahorra. Allí conocí por fin a Ángel y Magdalena (que daban mucho susto…:-D). Tras un ratito allí mientras esperábamos que llegasen todos los asistentes a la actividad comenzamos el recorrido. El comienzo oficial tuvo lugar con el encendido de la vela en el interior de un farol que nos acompañó todo el recorrido.

La primera parada fue muy graciosa, ya que todos los peques se sentaron en la baranda del río para contarles qué íbamos a hacer, repartirles una bolsa de chuches a cada uno y darles un colgante de lana con la mascota de la ruta: Leyendín. Me gustó mucho Leyendín! (aunque la pequeñita no se lo quiso poner jeje).

Después de esa parada, la ruta transcurrió por tres puntos clave de la ciudad: el río Guadalquivir - la plaza del Potro - el Palacio de Orive. En cada uno de esos puntos, los peques se sentaban alrededor de Ángel y éste les contaba una leyenda de la ciudad. No os voy a contar las leyendas que Ángel nos contó ;-)… Para conocer la historia del caimán del río Guadalquivir o de la Casa Encantada del Palacio de Orive (entre otras)…tendréis que hacer las rutas.

El itinerario en sí estuvo muy chulo porque además paseamos por lugares muy bonitos como el Puente de Miraflores, la Plaza del Potro, la Plaza de la Corredera o el Palacio de Orive.

Una vez terminaba la leyenda en la correspondiente parada, nos poníamos todos en marcha y avanzábamos hacia el siguiente punto. Bueno, mi lilliputiense mayor corría literalmente detrás de Ángel y en cada una de las paradas se quedaba totalmente absorto en la historia que contaba :-D. A la pequeñita sin embargo, le pasó factura el horario nocturno y estuvo cansadilla, especialmente al final.

En definitiva, nos pareció muy buena iniciativa para visitar la ciudad con los peques. Ya hacía falta algo así en la ciudad.

Aunque eso sí, si os decidís a hacer la ruta, y en función de mi experiencia, funciona mucho mejor si el peque tiene como mínimo 4-5 años (y dependiendo de lo que le pueda gustar escuchar historias), ya que mi pequeñita (3 años) le costaba trabajo seguir el hilo de las leyendas.

Desde aquí me gustaría dar las gracias a Ángel y Magdalena por brindarnos la oportunidad de conocer la actividad. Por supuesto…muchas felicidades por tan genial iniciativa y mucha suerte!

Seguro que muy, muy pronto nos vemos de nuevo.

¡Qué tengáis un gran lunes!