Hoy tenía que mostraros una entrada diferente a ésta. Pero la verdad es que, ayer domingo, descubrimos una iniciativa tan bonita, y pasamos un día tan estupendo que no he podido remediar ponerme a contároslo todo, con todo lujo de detalles :-D.

En la provincia de Córdoba, tenemos la suerte y el lujo de contar, en vino, y desde 1945 con la Denominación de Origen Montilla-Moriles. Esta denominación se extiende por gran parte del sur de la provincia (comprende 17 municipios total o parcialmente), y se caracteriza porque sus vinos típicos están elaborados con uva blanca. Las variedades utilizadas son Pedro Ximénez, Moscatel, Airén, Montepila y Baladí. Y según su maduración hablamos de vinos jóvenes, finos, amontillados, u olorosos. Además, también de esta zona, tenemos el vino dulce Pedro Ximénez (buenísimo buenísimo) elaborado con esta variedad de uva y que se utiliza fundamentalmente para acompañamientos o postre.

En este marco, nos encontramos con una bodega ecológica: Bodegas Robles, que fue donde ayer domingo pasamos el día muy bien rodeados de amigos. Esta bodega, fundada en 1927, es una bodega de tradición familiar, cuya enseñanza después de tantos años y cómo ellos mismos dicen en su web, es “cuánto más cuidamos la tierra, mejor vino conseguimos“.

Hasta aquí todo bien, ¿verdad?. Pero seguro que much@s ya os andaréis preguntando qué tiene que ver todo esto con mis lillliputienses.

¡Ajá! Ahora es donde viene lo bueno!!!!!

Bodegas Robles ha desarrollado una iniciativa llamada “Sigue tu Cepa” gestionada desde su muro de Facebook. La iniciativa pretende que todas las personas que así lo deseen, y de manera gratuita, puedan seguir de cerca, en tiempo real y a través de las redes sociales la evolución de una cepa de su viñedo ecológico. Una cepa individual para cada persona. La iniciativa se basa en la idea del “apadrinamiento”, pero no de la forma en la que yo había conocido hasta ahora. No eres tú quien apadrinas la cepa, sino la cepa la que te amadrina a tí. ¿El motivo? Es la cepa la que te va a enseñar a entender el mundo de la viticultura y del vino. Es ella la que te va a enriquecer a tí. Me encanta el matiz, y me encantó especialmente oir a Francis, propietario de la bodega explicándolo.

Siendo su ahijad@ puedes ver las diferentes fases por las que pasa tu cepa, puedes visitarla, realizarle sus labores y asistir a los encuentros que organizan frecuentemente para: la poda, el despunte, el aclarado, la vendimia y la llegada del vino nuevo.

Y ayer asistimos a uno de estos eventos: la vendimia, en el que los lilliputienses son especialmente protagonistas. En este encuentro, todos los “ahijados” recogen las uvas de sus cepas y nos podíamos llevar hasta nuestro propio mosto :-D. Nos lo pasamos pipa.

Las únicas recomendaciones para asistir consistían en ir con ropa y calzado cómodos (y que no te importe que se pueda manchar en algún momento) y llevar tu kit de vendimia: tijeras y un bote para recoger el mosto.

A las 10.00 de la mañana llegamos a la bodega y nos registramos. El ambiente era fantástico. Un grupo de personas con unas ganas tremendas de disfrutar el día. Nosotros no teníamos aún cepa madrina, así que lo primero fue “conocerlas”. En nuestro caso, nuestra familia ha aumentado con dos madrinas, una para cada uno de mis lilliputienses.

Francis nos explicó un poquito la historia de la bodega, y nos contó como pensaron y desarrollaron esta bonita iniciativa. Ni que decir que los peques ya alucinaban viéndose en medio de las cepas. La bodega tiene una superficie dedicada exclusivamente a la iniciativa de “Sigue tu Cepa”  y es de ahí, de donde se van adjudicando “madrinas” a aquellas personas que así lo deseen.

Tras la presentación… a coger las cajas y a recoger “nuestros” racimos. Fantástico. Una vez cogida tu cepa, podías seguir recogiendo en aquellas cepas que aún no tenían ahijad@s.

Mirad nuestra vendimia 😀

Tras la vendimia, las uvas pasaron a la primera tolva a partir de la cual se comienza a extraer el mosto. Nos explicaron el proceso y nos invitaron a …pisar las uvas!!!!

También nos dieron la oportunidad de enseñarle a los peques como salía el zumo de las uvas e incluso de llevarnos un poquito de mosto a casa :-D.

En definitiva, unas actividades fantásticas. Después de todo ésto, hicimos una visita a la bodega y realizamos una cata de sus fantásticos caldos antes de la comida. El encuentro también incluía un almuerzo entre los viñedos.

El tema de logística consistía en un pago de 16€ / adulto por toda la actividad (cata y almuerzo incluido). Los niños no pagaban nada, ni por la visita ni por el almuerzo.

Sin duda, fue un día estupendo. Una actividad 100% recomendable para lilliputienses.

Los peques disfrutaron muchísimo. De hecho, los míos, que terminaron (una vez mas cual Mowglis) sin camiseta y recogiendo uvas como locos bajo las instrucciones de Francis, no querían irse a casa.

Los mayores pudimos disfrutar de los amigos, y del descubrimiento de grandes personas en este grupo tan divertido. Pudimos remangarnos y meternos en faena. Ya estamos pensando cuando será el próximo evento 😉 en el que podremos ir a “visitar” a nuestras madrinas a la Bodega.

Os lo recomiendo. Echadle un vistazo despacito a la iniciativa. Podéis leer la información en la web de Bodegas Robles, así como en su página de facebook. Igualmente podéis contactar a través de twitter en @Robles_Eco y @bolanosjuan.

Que lo disfrutéis mucho. Y si os animás…nos vemos en el próximo evento. Nosotros de momento, seguiremos a nuestras madrinas día a día.

Gracias a Bodegas Robles por un día tan bonito y por un trato tan amable y cercano. Felicidades por la iniciativa.

¡Feliz Lunes!