Esa fue mi expresión cuando descubrí Vondelpark con niños, en Amsterdam. Sin duda me hubiese puesto encima de mi silla en clase, al estilo de “El Club de los Poetas Muertos” para gritarlo a los cuatro vientos. Obviamente, este parque fue objeto de nuestra peregrinación en varias ocasiones durante nuestra estancia en Amsterdam.
Vondelpark es un enorme parque de 3,3 km de largo y 47 has. Está ubicado a 5 minutos a pie de la plaza Leidseplein, y muy cerquita de los famosos museos Rijksmuseum, Stedelijk y Van Gogh. Se llega con las líneas de tranvía 1, 2, 3, 5, 6, 7, 10 o 12. Os recomiendo visitarlo y disfrutarlo al máximo, vuestros lilliputienses lo agradecerán. Podrás pasear (andando o en bici), tumbarte al sol mientras tus hijos se divierten con los patos, almorzar o merendar en el césped, tomarte una cervecita en alguno de sus bares / cafeterías… en definitiva, relajarte y disfrutar del ambiente.
Porque el ambiente está asegurado en este parque, y más en verano. Encuentras multitud de gente leyendo en el césped, tocando música, jugando con sus niños, fumando en grupo, paseando, en bici, con patines, haciendo deporte, … Cantidad y variedad. Mezclas de ambientes de todo tipo que hacen del parque un lugar único.
En él hay 4 bares / cafeterías, 2 zonas infantiles con columpios, un castillo hinchable y actividades infantiles (marionetas…), una piscina al aire libre para niños en verano, caminos para pasear en bicicleta o patines (éstos últimos los puedes alquilar dentro del propio parque), lagos, amplias praderas, un teatro al aire libre (Open Air Theatre) en el que puedes disfrutar de multitud de conciertos en verano y el Filmmuseum (donde puedes ver alguna película si tus enanillos te dan permiso…).
Como nosotros estuvimos en Agosto, en pleno verano, el ambiente del parque era espectacular! En este mes, Amsterdam es un hervidero de festivales, actividades y eventos varios que utilizan este parque como sede para sus actividades.
En nuestra primera visita, dimos un paseo tranquilo por el parque. Nos tomamos una cerveza y un sandwich en la terraza de la cafetería llamada Blauwe Theehuis (muy recomendable) y paseamos dejando a los enanillos correr.
En nuestra segunda visita, disfrutamos de un concierto en el Open Air Theatre y estuvimos en las dos zonas infantiles. Genial. Una de ellas dispone de un bar (Groot Melkhuis) y una zona de mesas de madera con sus correspondientes banquetes, situadas dentro de la misma zona de columpios, con lo que puedes estar sentado con tranquilidad mientras tus hijos juegan. Además, la zona está vallada con lo que es difícil que un niño se salga.
Hay una tirolina pequeña, columpios varios, un tobogán, balancines… así como con un pequeño teatro de marionetas (en holandés, claro). Dispones de un microondas, situado justo en la entrada al lado de los aseos, para calentar la comida de los niños, y de tronas para los más pequeños. Eso si, en el bar, según creo recordar, no venden potitos ni nada por el estilo.
Nosotros pasamos una muy buena mediodía en este lugar. Llevábamos nuestra comida, así que nos pedimos unas buenas cervezas, unas patatas fritas y ¡a jugar!. Además, justo saliendo de la zona vallada de los columpios hay una hilera de mesas al borde de un estanque con patos y cisnes muy bonito. Ahí almorzamos nosotros y la tranquilidad está asegurada. Una advertencia: no hay valla que proteja del estanque, luego cuidadín que algún chiquillo no acabe nadando con los patos! 😉
En esta ocasión y puesto que el parque está muy cerca, aprovechamos para visitar el museo Van Goh después de almorzar, durante la plácida siesta que los dos lilliputienses se echaban en el carrito. Hubo suerte y la siesta nos duró casi la visita completa al museo :-).
La segunda zona infantil dispone también de área de columpios, y en verano, de una piscina infantil circular. En domingo, la piscina estaba abarrotada de niños y la zona llena de familias disfrutando del sol en el césped. Cuando mi lilliputiense mayor vio la piscina, ¡le faltó tiempo para bañarse! Y eso que yo tenía mis dudas por una cuestión de temperatura ambiental ;-). Siendo yo del Sur, la temperatura de ese día distaba “un poco” de la que yo considero “apta para mojarse”. Esta zona está muy bien para un picnic pero no dispone de bar/cafetería por lo que debéis llevar vuestras cosas. Sí hay sin embargo, aseos. Ya sabéis, que no se os olviden los bañadores y toallas para vuestros niños si entráis en el parque en verano.
En nuestra tercera visita a Vondelpark, ya íbamos por fin provistos de bicis. El parque es un lugar estupendo para pasear en bicicleta ya que no tienes que lidiar con el intenso tráfico de dos ruedas que hay en la ciudad. 100% recomendable. Nosotros alquilamos las bicis en DutchBike Amsterdam, que nos las proporcionaron con los correspondientes asientos para los niños. Uno en la parte trasera de la bici para el mayor y otro en la parte delantera para la pequeñita. Ella se moría de risa. Fue un día estupendo. Es un recorrido muy bueno y puedes completarlo con Rembrandtpark.
En definitiva, estoy segura de que disfrutarás mucho Vondelpark, un gran recurso para toda la familia. Si puedes, no te lo pierdas. De hecho, te recomiendo que si es posible, busques alojamiento en las proximidades del Parque, ya que esta zona está muy bien comunicada y es fantástico poder comenzar o terminar el día con un rato de relax o juego en este parque. Cuando vuelva a Amsterdam, sin duda me alojaré en esta zona.
¡Disfrutadlo muuuuuucho!
Oh Vondelpark, mi Vondelpark!
Qué bueno lo de la pisci!!! me llevaré bañadores para todos!
Nosotros nos quedamos alucinados con la piscina en mitad del parque! No es una piscina como la que te puedas imaginar a priori, sino más bién un estanque-fuente de gran tamaño, en el que todos los niños se lo pasan bomba mientras los papás están en el césped leyendo o simplemente charlando.
Por cuestión de temperatura…si tu peque es pequeñita (que creo que sí), puedes llevarte uno de esos bañadores térmicos del decathlon (yo tengo este http://www.decathlon.es/kloupi-marino-verde-shorty-b-id_8119104.html#). Yo es que soy mu friolera y para el agua ya ni te cuento….Yo lo uso mucho para la pequeña porque enseguida se coge al pecho (su punto débil son los bronquios) en cuanto que pasa un poco de frío.
Aunque en nuestro caso, el que se bañó fue el lilliputiense mayor, y que conste que se bañó sin nada 😀 (no habíamos previsto lo del bañador). La pequeñita de 12 meses aprox por aquel entonces, no se metió en el agua.
Y es que habia un ambientazo de niños que no podía dejar pasar la ocasión! Ya me contarás! Un beso gordo