Nuestra visita a la Bretaña Francesa la realizamos hace algunos años y os aseguro que fue una zona que nos encantó y a la que volveremos pronto con los peques, seguro.
Ya os dejé hace algún tiempo en el blog algunas ideas para visitar la Bretaña Francesa con niños en base al itinerario que seguimos. Entre los recursos que en ese momento os comentaba para visitar si vais a este lugar con los niños, se encontraba el Oceanopolis de Brest.
Brest es una ciudad ubicada en el extremo más occidental de Francia, y es a día de hoy, una de las más importantes de la zona de la Bretaña. Volcada sobre el océano, en ella podréis encontrar el Centro Nacional de Explotación de los Océanos, el Centro Oceanográfico de la Bretaña, así como un gran puerto deportivo.
En el puerto deportivo, es donde se sitúa el Oceanopolis. Bueno…yo no sé a vuestros lilliputienses, pero a los míos este tipo de recursos les encantan. Ya hemos visitado otros del mismo estilo como pueden ser el Oceanográfico en Valencia o el Acuario de Gijón, pero en cualquier caso, todos los disfrutan por igual. La vida submarina les llama poderosamente la atención y no se cansan de disfrutar viendo este tipo de instalaciones.
Como detalles os indicaré que el Oceanopolis de Brest es accesible en todo su recorrido. Los menores de 3 años entran gratis al recinto y además, dentro podréis encontrar 3 restaurantes y dos tiendas de regalos. También encontraréis en los baños cambiadores para los bebés. El aparcamiento es además, gratuito.
En Oceanopolis podréis descubrir la vida submarina de todo el planeta, a través de su organización en 3 pabellones: el pabellón tropical, el pabellón polar y el templado. En total, unos 10.000 animales, de 1000 especies diferentes y ubicados en miles de metros cúbicos de agua.
En el tropical, los peques alucinarán con los colores de los peces tropicales, la barrera de coral y como no, buscando a Nemo sin parar. Además, aquí una de las experiencias más llamativas (como no puede ser de otra forma) es el descubrimiento de los tiburones. Y es que ver cara a cara un tiburón no es algo que se pueda hacer todos los días. El tanque de 1000 m3 de agua que acoge a estos animales…impresiona (hay una especie de ascensor panorámico que te lleva hasta el fondo del tanque).
Descubrir el Ártico y el Antártico es un placer en el Pabellón Polar. Si podéis, que vean los peques como se alimentan los pingüinos, que es muy divertido. En el Pabellón Templado, el tanque de las focas les encantará a los niños, pero lo que no os podéis perder es una piscina pequeña en la que podréis tocar pequeños animales como estrellas de mar, erizos de mar, vieiras, etc. Otro punto que a nosotros nos gustó mucho fue el tanque de las medusas, en el que flotaban un enorme número de estos animales y se veían de forma semi transparente a la luz del tanque. ¡Muy chulo!. En este pabellón templado, es donde podréis descubrir la fauna y flor submarina que se encuentra en las costas de la Bretaña.
Durante este mes de Abril, de este año, el Oceanopolis de Brest abre precisamente una exposición interactiva destinada a niños de entre 6-10 años a través de un espacio de 400 m2 en la que con la ayuda de Cíclope, un pequeño crustáceo, los pequeños podrán descubrir la vida submarina y viajar a través de los diferentes océanos a través además de los sentidos. Muy buena pinta así que si os encontráis por la zona, bien merece la pena acercarse a disfrutarla.
Nosotros guardamos muy buen recuerdo de Brest y de nuestra visita a Oceanopolis, y esperamos en algún momento volver pronto a disfrutar de ese cara a cara con algún tiburón. ¡No os lo perdáis!
¡Que tengáis un estupendo lunes!