Una de las actividades que más impresionó y gustó a mis hijos (a partes iguales) en nuestra escapada a Terres de l’Ebre en Tarragona, fue la visita a Mel Muria.
En Mel Muria son productores de miel desde 1810 y han sido promotores del Centro de Interpretación Apícola, ubicado en El Perelló (Tarragona), pueblo conocido como el pueblo de la miel (¡ya os imaginaréis por qué!). No en vano es el primer productor de miel de Cataluña, y disfruta de prestigio nacional e internacional en este producto.
¿Quieres saber como nos convertimos toda la familia en apicultores en Mel Muria?
Productos de Mel Muria
En el cole, el mayor justo había visto las abejas y la actividad de la apicultura dentro de los diferentes tipos de ganadería, y esta visita les vino genial para vivir en la realidad lo que llevaba unos días leyendo en los libros.
El Centro de Interpretación está anexo a la sala de producción de miel de Mel Muria, por lo que la visita te proporciona una visión muy completa de todo el proceso y resulta además muy entretenida.
La visita consta de tres partes: un primer itinerario por el Centro de Interpretación Apícola donde conoces a las abejas y su forma de vida en la colmena; la entrada a la Sala de Extracción y Envasado, donde se puede ver la maquinaria que se utiliza y entender el proceso de preparación de la miel para la venta; y por último, la visita a campo donde Mel Muria tiene sus colmenas para, vestidos y protegidos con los correspondientes trajes, vivir en vivo y en directo como es una colmena real, las abejas que en ella hay, así como conocer como se lleva a cabo el proceso de recolección de la miel. La experiencia es muy completa y educativa para los peques.
Recorrido por el Centro de Interpretación Apícola Mel Muria
Se trata de un centro de 300 m2 cuyo recorrido comienza con un audiovisual en el que podemos conocer a las abejas, su forma de vida y el proceso de elaboración de miel en las colmenas.
A medida que vamos recorriendo el Centro, podemos encontrar paneles explicativos e interactivos, pantallas táctiles, y otros diferentes elementos que dan vida a la exposición sobre las abejas y la miel.
Gracias al centro, pudimos descubrir los diferentes tipos de abejas: Reina, Obreras y Zánganos, así como la función que cada uno desempeñaba dentro de la colmena, cual era la relación entre ellos, su alimentación, etc.
La visita guiada permitió además que mis hijos hicieran muchas preguntas y satisficieran su curiosidad y dudas sobre cómo eran cada uno de los tipos de abejas y cómo trabajaban.
Sala de Extracción y Envasado de Miel
Tras el recorrido por el Centro de Interpretación, se visita también la Sala de Extracción y envasado de Miel de Mel Muria. La extracción de la miel se realiza en frío, mediante procesos mecánicos, directamente de los panales. Así la miel es extraída de estos panales y envasada a continuación.
La forma de extracción es artesanal para que la miel conserve todas sus propiedades. A los peques les resultó muy curioso descubrir la maquinaria con la que llevaban a cabo este proceso.
En esta Sala, tienen guardados los trajes de protección para la visita a las colmenas en campo. Una vez que terminamos la visita a la sala, nuestro guía sacó los trajes por tallas y los repartió entre todos los participantes. Este momento fue muy divertido, ya que fue cuando los peques se dieron cuenta realmente que iban a ver a las abejas en vivo y en directo. Sus caras al recoger los trajes, eran increíbles.
Visita a las colmenas de Mel Muria en campo
Mel Muria tienen 2000 colmenas distribuidas por diferentes puntos de la península. Desde el Centro de Interpretación nos dirigimos con los coches al punto en campo donde disponen de colmenas para que los visitantes podamos verlas de cerca.
Una vez llegamos a campo, todos nos vestimos con el traje de protección y nos fuimos a las colmenas.
La verdad es que me encantó la visita, ya que era la primera vez que estábamos rodeados de tanta cantidad de abejas y debo decir que…¡impresiona mucho!. Yo tuve que hacer un ejercicio de «autocontrol» cuando me vi rodeada de ellas, para convencerme a mi misma de que efectivamente…¡no pasaba nada!. Los peques al principio estaban un poco desconfiados pero enseguida se hicieron con la situación y alucinaron con lo que veían.
Nuestro guía, primero lanzó humo contra los panales que abría para que la actividad de las abejas se relajara y pudiéramos verlas mejor.
Cada panal que sacaba estaba a rebosar de abejas en sus celdas. Pudimos ver las celdillas abiertas, con miel y cerradas ya con cera. Y lo mejor fue que hasta pudimos diferenciar a los diferentes tipos de abejas…¡vimos hasta la abeja reina!. Fue una pasada.
Como recomendación si hacéis la visita con peques, como siempre os indico, explicadles bien a los niños qué vais a hacer y que ellos sepan que van a estar rodeados de abejas. Si se lo explicáis con tranquilidad, no habrá problemas.
También debéis tener en cuenta que, aunque no es probable que pase nada, puede escaparse alguna picadura. De hecho, a mi pequeñita le picó una abeja en la mano, en un descuido, por lo que si podéis llevar alguna crema o producto para aliviar las picaduras (por precaución), muchísimo mejor. Con esto no quiero asustaros ni quitaros las ganas de realizar esta actividad, porque os aseguro que merece mucho la pena (especialmente para los niños que alucinan), sino que vayáis preparados.
¿Qué os ha parecido la experiencia? 🙂
Muchas gracias a Turisme Terres de l’Ebre por el apoyo prestado para que pudiéramos realizar esta escapada y vivir esta experiencia.
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Que mas bello ejemplo de sociedad que las abejas que armonicamente cumplen un rol importantisimo en la vida. gracias por compartir.