No he podido resistir la tentación de lanzarme a escribir este post tras conocer el proyecto Vuelta al Mundo en Familia en el blog de la revista Naif Magazine. Iniciativas de vuelta al mundo hay muchas. ¡Pero esta me ha gustado mucho!
Al leer el artículo de la revista y el blog, he descubierto a una familia con muchas inquietudes, curiosidad por el mundo, una trayectoria vital muy interesante, grandes ideas en la cabeza… y que… ¡tiene el valor de ponerlas en marcha!. Ángel y Diana (papás) junto con sus hijos Ishi y Noa (9 y 4 años) están inmersos a día de hoy y desde el 6 de julio de 2011 en la gran aventura de dar la vuelta al mundo durante 18 meses. Ni qué decir tiene, la calidad y diversidad de experiencias que vivirán durante tal periplo… Padres e hijos, por el mundo…
Pero no contentos con embarcarse en tal misión, han desarrollado un proyecto educativo intercultural (Educaction), a ejecutar a medida que van avanzando en su itinerario por el mundo. Según cuentan en la web del proyecto, visitarán escuelas alrededor del mundo, con el fin de mejorar y ampliar el conocimiento de los/as alumnos/as sobre las diferentes culturas y realidades que existen en él. Pretenden crear una red internacional de escuelas donde cada una de ellas aportará mediante diversos talleres una metodología propia, enriqueciendo de esta forma diferentes maneras de plasmar un mundo lleno de contrastes. Enriquecimiento en su máxima expresión.
En fin, ¡qué me gusta! ¡qué me dan envidia! y que hay que tener valor para lanzarse a una aventura así. Temerarios, sí, pero imagino que detrás de una aventura así, se encuentra el objetivo de vivir un gran sueño. ¿Qué si no puede motivar a llevar a cabo tal misión?. Y eso es lo que más me gusta. Hacer realidad un sueño que seguro tenían guardadito debajo de la almohada. Y hacerlo de manera constructiva. Aportando a todos sus vivencias. Ojalá fuésemos muchos capaces de actuar siguiendo esas pautas. Y es que nuestras vidas tienen muuuchas pautas preestablecidas, mucha rutina que se encarga por si solita de dirigir todos y cada uno de nuestros días.
No quiero yo ni pensar lo que dirían los abuelos de mis lilliputienses (qué dudan ya bastante de mi cordura…) si decidiésemos lanzarnos a una aventura así ;-).
Espero que tengan mucha suerte, que vivan muchas experiencias (eso está asegurado) y ¡que nos lo cuenten!. Que lo que soy yo, los seguiré atenta. Para aquéllos que os guste Facebook, también tiene página.
Y como creo que me he puesto un poquito sentimental, aquí os dejo un clásico de vuelta al mundo, je, je.
Dedicado a nuestros hijos y a nosotros. No os olvidéis, cuando preparéis “su legado” dejarles, entre otras muchas cosas, una buena dosis de curiosidad, inquietud, interés por el mundo y por la diversidad, respeto por lo diferente, así como la ilusión de descubrir cosas nuevas todos los días. Pero sobre todo, el hábito de viajar, ¡que es la mejor experiencia que pueden tener en la vida!