Una de las rutas muy apropiadas para los más peques que hicimos en nuestra visita a Valls D’Aneu fue la recorrida hasta llegar al Monasterio de Sant Pere del Burgal, en el pueblo de Escaló (La Guingueta D’Aneu) y al pie del río Noguera Pallaresa.
Escaló es un pueblo medieval, que conserva intacta su muralla y «vila closa», o ciudad intramuros, hasta el punto de que se puede perfectamente observar como muchas de las casas están ubicadas en la muralla. Prácticamente se puede ubicar una casa cada 5 m de muralla. Así, el pueblo está estructurado dentro de su muralla y a partir de una vía central. Esta distribución data del s. XIII.
Es realmente bonito. Como se trata de un pueblo pequeño, os animo que lo paseéis, observando cada detalle que en él encontraréis. Para pasearlo con los peques, es conveniente que, si son bebés, utilicéis mochila portabebés principalmente por las cuestas y el desnivel que os encontraréis en algunos tramos ya que, aunque el piso no es malo, si puede resultar complicado empujar el carrito en ciertos momentos.
El acceso a la Vila Closa se hace a través de un pórtico fortificado. Si seguís por el camino tras el pórtico, enseguida os encontraréis con el Centro de Interpretación (Centre d’Interpretació del Patrimoni de les Viles Closes), donde podréis encontrar toda la información que necesitéis de la Vila Closa. En este Centro os encontraréis en la planta baja una agrotienda con multitud de productos tradicionales de la zona (y los hay realmente con muy buena pinta) tales como pan artesano, quesos, aceites, vinos, chocolate, etc. En la planta primera tenéis la opción de disfrutar de un audiovisual que os narra la historia de Escaló (aunque sólo en catalán) y se dispone de varias pantallas interactivas donde se pueden obtener información sobre el patrimonio natural y cultural de Escaló y del Parque Natural de Alt Pirineu. Esto tuvo entretenidos un buen rato a mis peques.
Hay que destacar que en el Centro de Interpretación organizan múltiples actividades (también para los peques), y exposiciones. Además, según nos contaron en verano organizan una Feria Medieval de gran afluencia de público que hace las delicias de grandes y mayores.
Otra opción desde Escaló es subir a la torre románica del pueblo, aunque para ello es necesario hacer frente a una empinada cuesta.
Desde la torre hay unas preciosas vistas de Escaló, pero yo os recomiendo, si vais con niños pequeños, que guardéis las fuerzas para hacer la ruta que sale también desde Escaló y que lleva hasta el Monasterio benedictino de Sant Pere del Burgal. Éste se trata de un muy bonito recorrido, apto para los peques, de unos 20 minutos de duración y que no os supondrá tanto esfuerzo al ir subiendo de manera progresiva.
El punto de partida de la ruta, lo encontraréis en el mismo pueblo de Escaló, una vez cruzando el río. El recorrido se hace muy ameno, y las vistas desde el Monasterio son impresionantes.
El primer tramo de la ruta transcurre en paralelo al río Noguera Pallaresa y por una pista accesible. Luego el camino ya se va transformando en un sendero que irá ascendiendo, y regalándoos unas bonitas vistas del río y del entorno hasta llegar al Monasterio.
El Monasterio está formado por una iglesia de 3 naves con varios anexos. Toda la información os la darán en el Centro de Interpretación.
Nosotros hicimos la visita a la Vila Closa y la ruta al monasterio en una mañana. Se trata de una muy buena manera de disfrutar de la media jornada con los peques ya que hay muchos detalles que les llamarán la atención, empezando por las casas en las murallas y terminando por las preciosas vistas desde el mirador de Sant Pere del Burgal.
Si estáis por la zona… ¡no os lo perdáis!
¡Que tengáis una estupenda semana!