Otra de las rutas que más me gustan en el Parque Natural de la Sierra de Cazorla, Segura y las Villas es la Cerrada del Utrero.
Y además, adecuada para ir con los peques. Se trata de una ruta cortita, (unos 2 km de longitud), circular y en la que podréis emplear quizás 45 min o 1 hora en recorrerla.
El paisaje es precioso y cambia bastante a pesar de tratarse de una ruta corta. Iréis en paralelo al río Guadalquivir, que recién nacido, da lugar a un espectacular paisaje kárstico y «encañonado».
El punto de partida de esta ruta lo encontraréis en el camino hacia el pueblo de Vadillo-Castril, justo en un bar-restaurante del mismo nombre (Chiringuito Cerrada del Utrero) donde encontraréis una pequeña zona de aparcamiento donde podréis dejar el coche. El sendero parte de la carretera y finaliza también en la carretera.
Aunque el sentido «habitual» de la ruta es comenzar por el acceso más cercano a la presa, y que corresponde al acceso que encontraréis pasado el bar, nosotros solemos empezar por el final, justo por un acceso que hay antes del bar donde dejaréis el coche. ¿El motivo? Aunque se trata de una ruta que se hace bien con los peques, haciéndolo así nos encontramos al final la zona de la presa y la subida por las rocas, que aunque puede ser lo más difícil por la propia orografía, la «aventura» de la subida te empuja a terminar y se te hace la parte final más llevadera. Haciendo la ruta en el sentido habitual, en la parte final te encuentras con un tramo largo de cuesta aunque muy leve, pero que a nosotros personalmente se nos hace más pesada. Cuestión de gustos.
De esta forma, nuestro comienzo consiste en un descenso por un camino accesible (se puede recorrer con carrito hasta llegar a la presa si comenzáis por este extremo), en el que disfrutaréis de un paisaje maravilloso, con miradores varios donde el valle del río Guadalquivir aparece majestuoso. Es un paseo muy agradable y que a los niños les encantará. Como única precaución para los más pequeños, y aunque el camino es ancho y se circula sin problemas, no está vallado en su lateral, con lo que queda al descubierto de la caida hacia el valle. Cuidadito con los pequeños que corretean.
A medida que avancéis por el camino, y además de disfrutar del paisaje veréis que iréis rodeando el llamado Peñón del Lanchón, con sus típicas paredes, un peñón calizo que no os dejará indiferentes.
Además, y para los que necesitéis un descanso, os encontraréis unos bancos de piedra en el camino, para sentarse un rato simplemente a disfrutar del lugar.
Para los que vayáis con los más peques, justo pasado el punto de los bancos de piedra y si os asomáis un poco a la cerrada, podréis enseñarle a los pequeños el sonido del eco. Justo en este lugar, se reirán mucho escuchando al peñón devolverles el sonido de su voz. Eso sí, aprovechad un momento en el que estéis solos, para que las voces no ataquen a los viandantes que estén disfrutando del camino! jaja…
Tras este momento llegaréis a la cascada conocida como la Cola de Caballo o la Cascada de Linarejos, donde el arroyo del mismo nombre se arroja hacia el río Guadalquivir. Este salto es especialmente bonito en invierno, donde el agua cae con fuerza. Nosotros hicimos la ruta en pleno agosto y no se ve igual.
Siguiendo por el camino, llegaréis finalmente a una presa pequeña. Si habéis hecho como nosotros y empezado la ruta «por el final» este será el punto hasta el que podríais llegar con carrito de bebé. La llegada a la presa se hace por un terreno de rocas complicado de recorrer con el carrito, además de que hay que subir por unas escaleras para salvar el desnivel de la pequeña presa.
Una parada para ver los peces en la parte superior de la presa es imprescindible si vais con los pequeños.
A partir de este momento, veréis que unas escaleras de madera y un camino bastante accidentado y empinado os invita a subir. Nos os preocupeis que ya estáis llegando al final del itinerario. Esta es la parte más dura de todo el recorrido, y en la que hay que caminar con más precaución con los peques pero sin duda para ellos les supone una auténtica aventura.
Agarrados a la baranda de madera que conforma las escaleras de subida y despacito podéis iniciar la subida que os llevará de nuevo a la carretera en la que está situado el chiringuito Cerrada del Utrero. Un buen helado y no hay ruta que se resista de nuevo.
Como anécdota, nos pasó que justo en la entrada al bar, nos encontramos con una cierva. Nos sorprendió mucho que no se asustase y que permitiese que los peques se le acercaran tanto. Probablemente no fuese la primera vez que anduviese por allí, y seguro que los del bar le hacían algún regalito que otro de vez en cuando para que viniese a verlos, pero para nosotros fue el broche perfecto para finalizar una tarde estupenda de ruta y «aventura».
Así que, si os apetece recorrer una ruta cortita pero preciosa…no lo dudéis! Apuntaros la ruta de la Cerrada del Utrero. Y es que Cazorla es una maravilla para descubrirla en familia.
¡Que tengáis un miércoles estupendo!
Me encanta la ruta. La apunto como plan para esta primavera. Por cierto me encanta tu blog.
Me encanta la ruta. La apunto para hacerla esta primavera. Por cierto, también me encanta tu blog
He encontrado el blog de casualidad, está genial, enhorabuena.
¡Muchas gracias! Y bienvenida 😉
Una maravilla, lo hemos hecho hoy, tal y como nos cuentas, y genial. Eso sí , el tramo final durillo, hemos sudado la gota gorda, pero en la terraza del chiringuito nos hemos refrescado y recuperado fuerzas 🙂 muchas gracias por la recomendación!!
La Sierra de Cazorla alberga rutas y rincones mágicos
Siiii, la subida final es durilla. Pero es cortita al menos. Me alegro mucho que os haya gustado. Nosotros la disfrutamos un montón! 🙂 Gracias por compartir!