En nuestra reciente escapada a Tarragona, a la zona de Terres del Ebre, pudimos vivir una experiencia que a todos (niños y mayores) nos pareció única. ¡Jamás habíamos hecho algo así!. Se trata de nadar con atunes rojos, una experiencia que despertará un montón de sensaciones (una fuerte mezcla de respeto y emoción al verlos) y que se puede hacer en familia gracias a Tuna Tour Experience. Os aseguro que no os dejará indiferentes.
El atún rojo es el mayor de todos los tipos de atunes, pudiendo llegar a alcanzar los 3 m de largo y los 600 kg de peso. Una auténtica pasada. Desde L’Ametlla de Mar, en Tarragona, tiene la salida un catamaran de Tuna Tour, que con un trayecto de unos 30 minutos aproximadamente os llevará en alta mar hasta las piscinas de atún rojo del Grupo Balfegó. En este conjunto de piscinas, se cría el atún rojo para su posterior comercialización, pudiendo llegar a alcanzar los 1500 atunes en cada una de ellas.
La actividad se realiza en solo una, adaptada perfectamente para que el catamaran pare y pueda amarrar, de forma que los pasajeros que quieran vivir la experiencia puedan bajar y subir desde el catamaran a la piscina a través de una escalera expresamente construida para ello (de hecho, todo el catamaran de Tuna Tour fue construido específicamente para la realización de esta actividad). La piscina tiene unas dimensiones de 50 metros de diámetro por unos 35 metros de profundidad, y en el momento que realizamos la actividad nos indicaron que podría haber unos 400 atunes.
El trayecto en catamaran hasta llegar a las piscinas se realiza de forma muy amena. El paisaje de la costa es precioso, y además puedes ir observando un video explicativo en el que te informan sobre como se realiza el baño, y las características de los atunes.
¿A PARTIR DE QUÉ EDAD PUEDE REALIZARSE LA ACTIVIDAD DE NADAR CON ATUNES ROJOS?
Tal y como nos informaron y tal y como experimentamos, se trata de una actividad que se puede realizar en familia. En realidad no hay una edad tope para hacerla, ya que la única condición es saber nadar. Eso sí, los niños deben ir supervisados por un adulto y para aquellos que así lo prefieran, se les suministra un chaleco de flotabilidad para que se sientan más seguros y en caso de que se cansen puedan simplemente relajarse y disfrutar de las “vistas”. Se trata de una actividad totalmente segura, y a pesar de lo impresionante que puedan llegar a parecerte los atunes, nunca se van a llegar acercar a tí. Te esquivan y evitan de forma pasmosa.
En el catamaran te proporcionan las gafas y tubos de snorkel necesarios para poder ver bien a los atunes, así como en nuestro caso, por la época en la que realizamos la actividad (a principios de abril) los trajes de neopreno necesarios. ¡Porque el agua estaba bien fría!.
Os aseguro que es una actividad impresionante y los peques ¡no la van a olvidar en la vida!. Bueno, ¡ni los peques ni yo!. La sensación de bajar de la escalerilla, dejarte caer en el agua, meter la cabeza y ver a los atunes nadando justo debajo tuya como si tal cosa…INCREÍBLE.
¿EN QUÉ CONSISTE LA ACTIVIDAD DE BAÑARSE CON ATUNES?
Un poco antes de llegar a las piscinas de atunes, los pasajeros que van a darse el baño, nos cambiamos y nos pusimos los trajes de neopreno para soportar la baja temperatura del agua. Si la actividad es en verano, esta parte no es necesaria, ya que te puedes bañar solo con el bañador. Por supuesto, tienen traje de neopreno para adultos y niños, así como gafas y snorkel para ambos también. En el catamaran hay baños y vestuarios para que os podáis cambiar tranquilamente.
Una vez llegados a las piscinas en alta mar, la tripulación del catamaran arroja sardinas para que los atunes suban hasta la superficie (normalmente están en la parte más profunda de la piscina) atraídos por el pescado. Ese momento ya es genial, porque aparecen una gran cantidad de gaviotas en busca de las sardinas y los atunes comienzan a aparecer en la superficie, saltando y cogiendo el pescado. Nada más eso, ya merece la pena. ¡Yo jamás imaginaba que un atún llegaba a tener ese tamaño!.
A partir de ahí, los pasajeros comienzan a descender por una escalera desde el catamaran y comienza el espectáculo.
Tú puedes nadar por la piscina y sumergirte observando el banco de atunes que tienes debajo. Muchos de ellos te pasarán muy cerquita, y podrás verlos perfectamente.
Tras el baño, el catamaran dispone de unas duchas con agua caliente, para que entres en calor después del baño (no sabéis como se agradecían).
Hay que decir que para aquellos que no quieran bañarse pero sí quieran hacer el trayecto en catamaran y observar a los atunes desde el barco, sin la zambullida, también es posible y de hecho, la actividad contempla diferentes tipos de tarifas, en función de lo que quieras hacer. La actividad en total tiene una duración de unas 2 horas.
En la vuelta además, pudimos disfrutar de una riquísima degustación de atún rojo, lo que puso el colofón a una jornada magnífica. Durante toda la experiencia, se realizan una serie de fotografías (incluidas durante el baño) que puedes adquirir en la vuelta en un pen. ¡Está todo pensado!
¿CÓMO VIVIERON LOS NIÑOS LA EXPERIENCIA?
Mis peques vivieron esta actividad con 6 y 8 años, y para ambos fue increíble. Aunque la vivieron de forma diferente.
La pequeña una vez tenía puesto el traje de neopreno, al ver el tamaño de los atunes se lo pensó mejor, y decidió no bañarse. Se quedó en el catamaran viendo saltar a los atunes desde arriba y viendo como los demás nos bañábamos. Nos dio pena que se la perdiera pero no queríamos que hiciese nada que no le apeteciera por supuesto. Sin embargo, estuvo muy contenta viendo los atunes “desde la barrera”.
Por su lado, el mayor estaba deseando bañarse. Cuando se introdujo en el agua y comenzó a ver los atunes debajo de él le impresionó mucho, y corrió a sujetarse en las líneas intermedias de flotabilidad para sentirse más seguro (en medio de la piscina hay dos para que puedas sujetarte en cualquier momento y descansar un poco). Sin embargo, pasado un tiempo, nadaba con tranquilidad observando y disfrutando la experiencia al máximo. Y al final, ¡no quería salirse de la piscina!.
Durante todo el tiempo que dura el baño, el grupo estuvimos acompañado por dos buzos de Tuna Tour que en todo momento están pendientes por si alguien necesita algo. Por ejemplo, cuando a mi hijo lo vieron nadar rápido hacia las boyas, ellos nadaron aún más rápido (casi más que nosotros) y en seguida estaban a su lado, explicándole qué hacer y cómo podía ver mejor a los atunes.
La pregunta que todo el mundo le ha hecho a mis peques cuando han vuelto a casa y han contado lo que hicieron es “¿no te dio miedo?”. Pero en realidad, cuando ves a los atunes por primera vez y tan cerca, lo que sientes es una mezcla de asombro, respeto y sobre todo incredulidad por verte allí, en medio de todos ellos. ¡Hay que vivirlo!
¿QUÉ DEBEMOS LLEVARNOS PARA REALIZAR LA ACTIVIDAD?
Para el trayecto en catamarán, os recomendaría una crema solar, especialmente si vais con los peques. Aparte de eso, del bañador y de una toalla para cuando terminéis…¡poco más!. Bueno sí, no os olvidéis las ganas de vivir una experiencia única.
La actividad se realiza previa reserva, así que si os ha gustado la idea para este verano, podéis ver precios, horarios y muchos más detalles en la página web de Tuna Tour. ¡Ya me contaréis! ¡Espero vuestros comentarios y sensaciones si la realizáis!
Muchas gracias a Turisme Terres de l’Ebre por el apoyo prestado para que pudiéramos realizar esta escapada y vivir esta experiencia.