El Hippy Market Ibiza Punta Arabí se denomina así mismo como el mayor y más antiguo Hippy Market de la isla de Ibiza. Está ubicado en Es Canar, al noreste de la isla y a unos 4 km aproximadamente de Santa Eularia del Rio, sobre un pinar de 80.000 m2.
Sus orígenes se encuentran en 1973 cuando el hotel Punta Arabí ofreció a la comunidad hippy existente un lugar para vender sus productos artesanales. Así, en lo que comenzó siendo un mercadillo de apenas 5 artesanos, poco a poco se fueron añadiendo tiendecitas, incorporando zonas de trueque, y diferentes músicos para hacer más amable el lugar. A día de hoy el Hippy Market Ibiza Punta Arabí tiene alrededor de 500 puestos, diferentes zonas diferenciadas para músicos y restauración y sin duda, se ha convertido en unos de los lugares que más visitantes atrae de la isla de Ibiza. Un punto de obligada visita si andáis por la zona entre los meses de Abril a Octubre.
En nuestro caso, y puesto que este verano tuvimos la suerte de visitar Ibiza por primera vez, teníamos en nuestra lista de lugares pendientes este mercadillo. Tengo que decir que me impresionó realmente pero por la cantidad de gente que nos encontramos. Fuimos en coche desde Santa Eularia, y al aproximarnos ya nos dimos cuenta de la marabunta que nos esperaba. Al lado del mercadillo os encontraréis un aparcamiento enorme de pago en el que dejar el coche (creo recordar que el precio fue 5 €). Teníamos la intención de aparcar en cualquier otro lado pero cuando vimos la cantidad de gente que se movía alrededor del mercadillo abandonamos la idea y nos fuimos directamente al aparcamiento privado.
Una vez dejado el coche nos dirigimos directamente a la entrada. Como dato curioso os contaré que justo en la misma puerta del mercadillo disponéis de un cajero auntomático (eso sí con la consecuente cola para sacar dinero, claro) por lo que si no lleváis dinero suficiente para comprar esa preciosidad que habéis visto no hay ningún problema en sacar dinero :).
Como recomendación principal si vais con niños, es no perderlos de vista. Nuestra visita fue en la última semana del mes de Julio, y realmente había mucha gente entre sus callejuelas. No os recomiendo ir con carrito, probablemente sería demasiado incómodo por la gente y si los peques son pequeños pero andan solos, mucho cuidado porque es fácil despistarse en un momento. También debéis tener en cuenta que hace bastante calor (bueno, en julio es normal) por lo que llevar ropa cómoda y fresquita y agua para los peques, que seguro que en vuestra visita os la piden. Aunque hay bares y zonas donde podéis conseguirla, no está de más llevarla en abundancia en la mochila.
Dentro del Hippy Market encontraréis varias zonas de restauración: bares, una pizzería, un restaurante y una zona central llamada la Carpa donde además de comida podéis encontrar actuaciones musicales (o de todo tipo). Bueno, en realidad la música la encontraréis en varios rincones del mercadillo, pero quizás es esta zona de La Carpa la más vistosa.
También encontraréis en el Hippy Market una zona específica para los niños. Allí varias monitoras les acompañan en la tarea de hacer atrapasueños, con divertidos pintacaras, u otras actividades en función del momento en el que vayáis (previo pago de 5€ por niño). Mis peques no pudieron resistir la tentación y estuvieron un rato bien entretenidos con el atrapasueños. La verdad es que lo disfrutaron mucho los dos.
El paseo por el Hippy Market fue muy divertido ya que el colorido de los puestecillos, los productos que venden, y en general el propio ambiente es algo que encandila a grandes y pequeños. Quizás para mi gusto es excesivamente comercial (sí ya se que estoy hablando de un mercadillo, es comercial) pero desde las fotografías que puedes hacerte disfrazada de hippy (muy divertidas por cierto), hasta cualquier mínimo detalle está orientado a la venta (y con precios considerables) y eso hizo que para mí perdiese el encanto hippy que imagino tendría en su día y que yo esperaba encontrar. También puede que me influyese demasiado la cantidad de gente. En cualquier caso, es muy curioso de conocer y su valor como recurso turístico es innegable. Además, en sus puestos encontraréis un montón de cosas que seguro querréis llevaros a casa sin dudarlo jeje.
Se trata de un curioso lugar para pasear y perderse entre los puestecitos, observando sus curiosos productos y disfrutando con el colorido, la música, el ambiente y en definitiva con esa esencia hippy que se esconde en cada rincón. Lo mejor, imaginártelo como sería en los años 70, con esos hippies iniciales y ese mercado de trueque de juguetes que nos contaron se inició allí. Me hubiese gustado mucho disfrutarlo con mis peques, ¿verdad?
Espero que lo visitéis y me contéis qué os parece. Mola convertirse en hippy aunque sea solo por un rato pequeño. ¡Que lo disfrutéis mucho!
Apuntado queda,ya que este verano tengo previsto ir a Ibiza.Una pregunta:por que no publicas ya las actividades de fin de semana?la visita a tu blog era obligada para organizar mis actividades con los peques….se echa de menos.Un saludo
Hola Rosa! Gracias por tu comentario. Es un sitio muy chulo así que si vas por la isla no te lo pierdas.
Lo de las actividades se debe a que estoy buscando una forma alternativa para publicarlas que sea más atractiva (via calendario por ejemplo) en lugar de repetir siempre los posts. Y como no ando muy bien de tiempo estoy tardando más de la cuenta. Pero dado que estoy recibiendo muchas preguntas (como tú) sobre si ha pasado algo y que me estoy retrasando, quizás vuelva a la forma antigua mientras consigo una alternativa que me guste más. Muchas gracias por tu interés y por tu comentario. Te lo agradezco mucho. En breve (sea de la forma que sea) volverán las actividades al blog :).
Un abrazo!
Estupendo! Muchas gracias
Muy bien. Luces, colores, brillos, juegos y emociones, todo en una feria Hippy. una buena opción para viajar y llevar los niños. O porque no, un viaje fin de curso para los estudiantes, seguro les encantaría.
Muy buen articulo, recuerdo que en mi viaje fin de carrera, viajamos a Amsterdam y visitamos una feria de este tipo y la pasamos genial.