Hoy quiero hablaros sobre otro de los divertidos lugares que descubrimos el verano pasado en nuestra semana por Valonia (Sur de Bélgica) gracias a la Oficina de Turismo de Bélgica en España. En este caso se trata del Parque de los Topiarios en Durbuy.
Durbuy es otra de las ciudades que bien merece una visita si os acercáis a la zona (tendrá sin duda, post aparte :-D). Junto con Dinant, me resultó de las más bonitas.
El Parque de los Topiarios o Parc des «Topiaires» es el mayor y único del mundo dedicado al arte topiario. ¿Y qué es eso? preguntaréis…. Os podría remitir a la peli de Eduardo Manostijeras y seguro que no os quedaría ninguna duda, pero por si acaso, y haciendo caso de la definición de la wikipedia, os cuento que se trata de «una práctica de jardinería que consiste en dar formas artísticas a las plantas mediante el recorte con tijera de podar».
El Parque de los Topiarios es un parque de 10.000 m2 y más de 250 «esculturas», en el que su artista responsable, Albert Navez, practica este arte y da forma a bojs, tejos, laureles, acebos y cipreses (aunque según leí el 95% está constituido por boj).
El parque está ubicado en la ribera del río Ourthe (que atraviesa Durbuy) en la misma ciudad y a su entrada os encontraréis con un recinto de aparcamiento de coches bastante grande (coste del aparcamiento 4€). En nuestro caso, y puesto que nos alojábamos en Durbuy fuimos dando un paseo hasta el Parque. Es un gustazo pasear por esa ciudad.
El recinto se estructura en un acceso- tienda de regalos central, a cuyos lados se extienden las superficies sobre las que se encuentran todas las obras de arte vegetales. Además, todo el parque se recorre a través de unos caminos que lo hacen perfectamente accesible para ir con un cochecito de bebé. También os encontraréis con una cafetería, donde descansar un rato y con una terraza elevada desde donde se puede observar el parque. Por cierto, los menores hasta 5 años, entran gratuitamente.
Cómo recomendación tanto para los peques como para los mayores, os diré que, si al igual que nosotros vais en verano, y en un día soleado, llevéis gorras y agua abundante (si no lleváis agua, en el acceso podéis encontrar botellas). Durante todo el recorrido hay muy pocas zonas de sombra y si el calor aprieta puede ser un poco incómodo.
El recorrido es muy divertido para los más pequeños ya que se pueden ver… señoras tumbadas en la hamaca…
ardillas, gatos, patitos, pavos reales, cocodrilos, un elefante (que además representa al elefante de El Principito), caballos en pleno salto, etc. y todos ellos, perfectamente modelados con la vegetación. Una pasada.
Se trataba de ir andando e ir descubriendo formas nuevas con cada paso. Además hay una parte especialmente bonita porque se disfrutan de unas espectaculares vistas al castillo de Durbuy.
Encontramos hasta un Maneken Pis (que también hacía pipí) y con el que mis peques se partieron de risa.
En definitiva, es muy buen sitio para echar un rato con los lilliputienses ya que sin duda, las formas vegetales les llaman poderosamente la atención y el recorrido no es excesivamente largo (creo que nosotros lo hicimos en 1 hora, o a lo sumo 1 hora y media). Accesible, dentro de la ciudad de Durbuy, y muy divertido.
¡No os lo perdáis!
Aquí os dejo, los puntos clave del viaje a Valonia