Chefchaouen o Chaouen, como la llaman los locales, fue el maravilloso descubrimiento de nuestra escapada al norte de Marruecos con los niños el pasado mes de diciembre.
La ciudad azul, ubicada al noreste de Marruecos, cerca de Tetuán y ya en las montañas del Rif, te transporta sin dudarlo y como bien decían mis peques desde que supieron que íbamos a Marruecos, al país de Aladino.
A Chefchaouen llegamos en nuestro coche desde Tánger, siguiendo dirección hasta Tetuán y desde allí ya directos a la ciudad azul. En total unas 2 h aproximadamente. Una vez en la ciudad, aparcamos en la plaza del Parador. Hay varios sitios donde se puede aparcar bien y éste es uno de ellos. Se trata de un aparcamiento de pago pero ubicado estratégicamente en la entrada a la Medina y muy cerca de donde nos alojamos.
Chefchaouen la conocimos de la mano de ViajesMarrakech, quien nos sirvió de guía, nos contó parte de la historia de esta maravillosa ciudad y nos mostró bonitos rincones que disfrutamos en familia. Preparad la cámara de fotos porque sus bellos rincones, su color azul que contrasta con el colorido de la vestimenta de sus habitantes y de los artículos que decoran las calles llenas de tiendecitas y artesanía, así como la belleza del paisaje, harán que un paseo por Chaouen sea el paraíso de vuestro objetivo.
Según nos contó nuestro guía, Chaouen significa «montañas». La ciudad está situada entre dos «cuernos», dos montañas que permitían a sus habitantes vivir en un lugar protegido y al mismo tiempo emblemático en la ruta Tetuán-Fez. Al visitar la ciudad se pueden ver dos partes bien diferenciadas: la zona de la Medina, de influencia claramente andaluza con callejuelas estrechas, pequeñas y de color azul (está además diferenciada en varios barrios) ; y la ciudad nueva, con un gran tráfico y de aspecto más moderno.
Chefchaouen fue fundada en 1471 y fue destino de moriscos y sefardíes españoles que iban siendo expulsados de la península, haciendo crecer esta ciudad y permaneciendo aislada, ya que ha sido gran parte de su historia lugar no apto para extranjeros. Hoy por hoy, se trata de una ciudad abierta al turismo (de hecho, gran parte de su población está orientada a él) y que supone una auténtica delicia visitarla.
Recorrer la Medina con los peques es una maravilla. Aunque os podría hablar de plaza de Uta el Hammam, la Kasbah, el antiguo barrio judío, o el barrio andaluz (Al Andalus)…la mejor recomendación para visitar la Medina de Chaouen es andar y dejarse llevar por sus callejuelas. Nuestro guía así nos lo permitió, regalándonos un paseo que bien disfrutamos grandes y pequeños y descubriéndonos un poquito más cómo era la vida de Chaouen.
Conocimos a artesanos de la ciudad, comerciantes, mujeres en los lavaderos públicos, niños que jugaban por doquier y gatos, muchos gatos que aparecían de casi cualquier lugar y que parecían disfrutar más que tú de la belleza azul de la ciudad.
Visitamos un horno de pan, donde pudimos conocer como las familias llevan su pan a hornear hasta dos veces al día (a día de hoy el trueque es parte de su día a día y se acepta cocer el pan a cambio de quedarse con una parte). Por cierto, ¡buenísimo! Los peques salieron encantados con su pedazo de pan en la mano después de haber visto ese gran horno ubicado en el entresuelo y como las hogazas eran introducidas en él.
Tras el horno de pan, lo siguiente que visitamos fueron dos telares. En el primero de ellos, el artesano era observado por su aprendiz, hijo de alguno de sus amigos que pasaba allí sus días con el objetivo de aprender el oficio. Sin duda, esto fue lo que más le gustó a los peques. Alucinaron (bueno yo también) con la velocidad con la que tejían y como poco a poco se iba construyendo la colcha.
En estos telares, los hombres tejen colchas mientras que las alfombras son obra de mujeres que, con mucha delicadeza y meses de trabajo, realizan auténticas obras de arte. Los hombres trabajan en estos telares, mientras que las mujeres trabajan en casa.
Los niños no querían salir del telar, creo que por ellos se hubiesen pasado las horas mirando como tejían. Salimos de allí tras recibir de mano del artesano un bonito regalo parada uno de ellos en forma de pulserita que rápidamente se pusieron y que hasta hace poco tiempo no se han quitado.
Por supuesto, tampoco nos faltó la visita a una tienda de alfombras y colchas. De mano del comerciante conocimos la existencia de una cooperativa de artesanos que trabajaban para mejorar la comercialización de los productos de artesanía de la ciudad. Por cierto, maravillosa la tradicional «exposición» de alfombras y colchas en busca de algún posible comprador entre nosotros. Había auténticas joyas entre los productos que vimos.
Entre callejuela y callejuela, nos dirigimos a los lavaderos públicos de la ciudad, un hervidero de gente donde mientras unas mujeres lavaban, otras aprovechaban la afluencia de turistas (como viajamos en pleno puente de diciembre había una gran cantidad de turistas españoles) para ganar algún dinero.
Me gustó también especialmente la plaza de Uta el Hammam por la gran vida que tiene. Es el corazónde la Medina y en ella encontraréis una gran cantidad de restaurantes y bares. Un buen lugar para comer o tomar un té mientras se disfruta de la gran actividad que se vive en ella.
Para ir con peques, si son muy pequeños os recomiendo no perderlos de vista en algunos puntos que puede haber más gente, así como intentar evitar el carrito. Sus calles estrechitas, escaleras y lugares pequeños os resultarían difícilmente accesibles en caso de ir con carrito de bebé.
CURIOSIDADES SI VISITAIS CHEFCHAOUEN CON NIÑOS
-El sabor del pan artesanal. Imprescindible que lo prueben los peques.
- La visita al telar es muy chula para los niños. En particular, pedirles que os muestren como unen los dos cabos de un hilo que se rompe. Os aseguro que pensaréis que están haciendo un truco de magia. Y la cara de los niños no tiene precio. Según nos contaron, eso es lo primero que aprende un aprendiz del oficio para ser buen tejedor. Si no consigue hacerlo, no llegará a ser buen tejedor nunca.
-Hay calles en las que el azul se encuentran solo en paredes. Hay otras en las que el azul lo cubre todo, incluido el suelo. ¿Sabéis por qué? Porque son calles sin salida. Solo los visitantes, y por fruto de su desconocimiento nos atrevemos a adentrarnos en estas calles sin salida que terminan en alguna pared o puerta de casa. Los locales miran divertidos como los visitantes continuamos por ellas para llegados un momento, tener que darnos la vuelta. Recordad: Suelo Azul = Calle sin salida. Mis peques se lo aprendieron rápido.
-¡Gatos! Decidles a vuestros peques que busquen gatos. Que los cuenten, que descubran sus escondites y que se sorprendan con ellos. Por muy inverosímil que sea el rincón…aparecerá un gato.
-Una de mis curiosidades favoritas fue el descubrimiento de las flores de chumberas secas, pintadas y que se venden para decorar. Preciosas…
-Dejad que los niños descubran los tintes. Los colores le fascinan. Y dejad que metan un dedo en el color que más les guste…la cara de felicidad está asegurada.
-Las tiendas están abiertas 24h. Por muy tarde que vayas, siempre estarán ahí, esperándote. Y siempre encontrarás lo que busques, especialmente si vas de parte del ratón Pérez ;).
-¡Se come muy, muy bien! (bueno, esto no es curiosidad pero es imprescindible decirlo). Probad los zumos y batidos en particular, os aseguro que a los peques les encantarán.
-La gran cantidad de nombres andaluces: Pensión Córdoba…parecía que estábamos en casa!
-Solo para mayores: es inevitable, y sobre todo si paseáis por la noche que os ofrezcan kif (marihuana). Y es que en esta ciudad y gran parte del Norte de Marruecos, el kif forma parte importante de su cultura y actividad.
DONDE NOS ALOJAMOS EN CHEFCHAOUEN
Optamos por Casa Hassan, riad con restaurante en plena Medina y que resultó ser una maravilla. Muy buena atención desde que contactamos con ellos (de hecho, hicimos la reserva via mail y su contestación fue casi inmediata) y que se tradujo en una estancia fabulosa. Preciosas habitaciones, preciosa decoración y preciosa terraza. Además la comida del restaurante muy, muy buena. 100% recomendable. Especialmente bonito el cuarto de baño. Nuestra habitación tenía las camas en una entre planta y los peques alucinaron con eso.
En definitiva, una experiencia muy chula para disfrutar en familia. En nuestro caso combinamos la visita a la ciudad por la mañana con la ruta de El Puente de Dios de Akchour por la tarde y nos quedó un día redondo.
¿Y vosotros? ¿Habéis visitado Chaouen con peques? ¿Qué es lo que más os gustó? ¡Espero vuestras historias!
Estoy enamorada de los viajes a Marruecos con niños de Familias en ruta…Ya hemos empezado a ahorrar a ver si el año que viene podemos despedir el año en el desierto. Felicidades por el artículo, has conseguido darme más ganas y un poquito de envidia (sana, eso sí!).
GRacias Sonia por pasar por aquí. Para nosotros ha sido nuestra primera vez y venimos encantados. Y a mi me pasa igual!!!! Estoy enamorada de los viajes de Familias en Ruta a Maruuecos. Mi próximo objetivo será descubrir el desierto y la ruta de las Kasbahs que le tengo un montón de ganas y deben ser una pasada <3. Pronto las dos lo conseguiremos!!!!!
Qué bonito! Nunca he pisado África y la verdad es que me llama mucho la atención… me apunto el destino 🙂
http://www.elperiodicodetudia.com
Muy recomendable!
Qué bonito Chaouen y parece que lo pasasteis de maravilla. Me muero de ganas de ir con mis peques y seguir tus consejos perdiéndonos por la medina.
Saludos
Te encantaría seguro <3. Apúntatelo. Quizás 2016 puede ser el año!
Hola !! Gracias por compartir este blog, me recurdaba de nuestro Viaje a Marruecos. Nos hemos tomado el tour de 3 días 2 noches desde Marrakech y volviendo a Marrakech. El guía ( http://www.Morocco-Excursion.com) nos recogió a la hora pactada sin ningún problema. El guía estuvo muy bien respondiendo cada una de nuestras preguntas sobre las costumbre y vida de la gente en Marruecos, cumplió todos los puntos del recorrido y más. El paseo por el desierto del Sahara es sin duda lo más notable de esta excursión. Los guias se portaron excelentes y nos hicieron sentir bien y entretenidos en cada momento del viaje. El atardecer es realmente impresionante, asi como la fogate en la noche y la vista a las estrellas. Quedamos muy contentos con el servicio. 100 % recomendable.
Hay que tener en cuenta eso si la vuelta final. Se hace en un día el mismo recorrido que los dos días anteriores, es un poco duro y cansador, pero realmente vale la pena.
Felicitaciones a la organización, al conductor/guía y a los guías del desierto!
Muchas gracias por tu comentario. Fantástico viaje sin duda!
Muchas gracias por compartir con nosotros su experiencia 🙂
¡A vosotros por pasar por aquí!
Beautiful photos! It sounds like a lovely experience 🙂
Artículo muy informativo, gracias por compartir .. Gracias por las imágenes de colores hermosos de Authentic Morocco.
Me encanta tu blog. Mantener el buen trabajo
¡Gracias!
Consideras un poco loco ir por allí con niños y sin guía?