Cuando este año programamos nuestra estancia en la costa de Alicante, ya sabíamos que íbamos a explorar la Costa Blanca con sus bellas playas, calas y pueblos costeros. Pero lo que no imaginábamos es que íbamos a descubrir joyas como EL CASTELL DE GUADALEST, pequeño y turístico pueblo ubicado en la comarca de la Marina Baixa, que corona el valle del río Guadalest y rodeado de las Sierras Xortà, Aitana y Serrella (las de mayor altitud de la provincia de Alicante).
Este pueblo es una población fortificada que desde que fue arrebatado a los musulmanes en el siglo XIII por Jaime I, ha ido pasando por diferentes marquesados hasta llegar a la familia Orduña (la última familia - alcaide del lugar).
Nos recomendaron la visita en el punto de información turística que consultamos al llegar a Alicante y os aseguro que merece la pena. Para llegar hasta El Castell de Guadalest seguimos la carretera CV -70 que cruza todo el Valle de Guadalest, pasando por pueblos como Callosa de Ensarriá y el recorrido es espectacular, el itinerario atravesando el valle es realmente precioso.
Eso sí, SI VAIS CON NIÑOS, debéis ir advertidos…es una carretera con bastantes curvas por lo que si los peques son propensos a marearse, mejor ir preparado. Que no os pille de sorpresa. Respecto a tiempo de llegada, nosotros tardamos unos 50 minutos desde Jávea, aunque creo que se podría haber hecho el recorrido en algo menos de tiempo.
El pueblo es pequeño, con calles estrechas y empinadas y a pesar de estar encaramado en la sierra, lo encontraréis lleno de visitantes. Está estructurado claramente en dos zonas o barrios, el del castillo (en la zona más alta) y el del arrabal. Me llamó especialmente la atención la gran cantidad de bares y restaurantes en sus calles, pero sobre todo de MUSEOS: el Museo de la Miniatura, un Museo de Belenes…un sinfín de curiosos museos que quizás pueden ser otro de los atractivos si lo visitáis con niños. En nuestro caso, no entramos en ninguno por lo que no os puedo recomendar ninguno en particular.
Me gustó mucho pasear por sus calles. En nuestra visita, dejamos el coche en un parking ubicado en la entrada del pueblo y nos dirigimos directamente a visitar el castillo. Para llegar hasta el castillo hay que subir una cuesta considerable, y aunque hay que tener un poquito de precaución justo a la llegada (resbala un poco), los peques la subieron sin problema. Nosotros hicimos la visita con COCHE DE BEBÉ, y aunque no tuvimos problema para pasear por la parte baja del pueblo, a la entrada al recinto del Castillo, lo dejamos justo en el hall de entrada, al lado de la señora que nos vendía los tickets de entrada para el Castillo. Tras la visita al castillo, volvimos a recogerlo sin problema.
Tras la cuesta, y atravesando una especie de túnel en una roca se accede al barrio del castillo, zona interior en la roca en el cual se ubican la llamada Casa Orduña y el castillo de San José, encaramado en todo lo alto del pueblo.
La entrada al Castillo se vende conjuntamente con la visita a la Casa Orduña (primero visitas la Casa, y a continuación subes al castillo), y tanto en una como en otro, encontraréis escaleras varias y cuestas empinadas.
Justo antes de subir la cuesta para acceder a la Casa Orduña y el castillo (y entrar en el barrio alto del Castillo), hay un pequeño parque con algunos columpios, mesas y bancos, perfecto para hacer una parada para tomar un tentenpié, o simplemente disfrutar del paisaje mientras los peques juegan en los columpios. Nosotros lo tomamos de lugar para hacer un desayuno de media mañana.
Pero…¿qué es la CASA ORDUÑA? Es una casa museo de los que fueron alcaides del castillo y su familia (la familia Orduña). Está muy bien conservada y tiene unas dimensiones muy apropiadas para visitarla con los peques. Los antiguos aposentos llamaron mucho la atención de mis lilliputienses y como siempre la fuimos recorriendo en busca de detalles que convirtieron la visita en una pequeña gymcana. Además, en algunos de sus salas podréis encontrar exposiciones de pintura con lo que combina una serie de elementos diferentes que hace que no resulte aburrida su visita con niños. Muebles antiguos, escudos familiares, bibliotecas, y exposiciones…una visita muy chula.
Tras el recorrido por la Casa Orduña se llega a la pasarela que da acceso al castillo. Con paciencia y despacito, id subiendo los escalones que os conducirán hasta las vistas impresionantes del valle desde el Castillo.
El campanario pero sobre todo, la vista del embalse del Guadalest, de un COLOR TURQUESA INCREÍBLE, fue lo que más gustó a mis peques. Este color turquesa según nos contaron se debe sobre todo a la existencia en el agua de partículas de cal en suspensión, debido a la naturaleza calcárea de las rocas que forman las sierras que rodean al valle. Muy, muy curioso.
En las inmediaciones del castillo, la subida se hace a lo largo de un camino en el que encontraréis numerosos miradores. Además, en este camino realizan la correspondiente procesión y via crucis en las Fiestas Patronales del pueblo. La verdad es que me encantaría visitar este lugar de noche y a la luz de las velas de la procesión porque debe ser realmente impresionante. Un pequeño cementerio se encuentra también encaramado en lo alto de la roca.
En definitiva, me encantó este gran descubrimiento. Un lugar con muchos detalles para visitar y disfrutar con los peques en plena sierra alicantina. ¡Os lo recomiendo!.
Eso sí, tened en cuenta que debéis subir cuestas varias. La ubicación del pueblo y su orografía hacen que pocas de sus calles sean planas. Además la subida al castillo con la plataforma se realiza a través de unas escaleras bastante largas. Todos los peques con los que realizamos la visita hicieron la subida bastante bien, porque tanto la pasarela, el paisaje, el castillo…todo hacía pensar que era una pequeña aventurilla la que estábamos viviendo y ni se pararon a pensar que podían cansarse. Eso sí, como ya os he comentado antes, mejor sin carrito de bebé…¡preparad vuestras mochilas y a descubrir Guadalest!
Otra recomendación especialmente si vais en verano es llevar agua abundante y unas buenas gorras. Gran parte de la subida se hace al sol por lo que esto ayuda a que se haga más cómodamente.
Y es que no todo en la Costa Blanca es playa…¡Vaya gran descubrimiento El Castell de Guadalest!
Oh qué ilusión! llevo toda la vida reservando una tarde de mis vacaciones de verano para ir a Castell. Aunque precisamente por lo incómodo de llevar el carrito llevo dos años sin visitarlo.
Yo os recomiendo, sobre todo, dos museos: El de miniaturas y el de belenes. Ambos son muy curiosos y genial para los niños!
Me ha dado mucha pena ver lo sequito que está el pantano. Verlo en su época de bonanza era todavía más espectacular.
Nosotros nos quedamos con ganas de entrar en los Museos, en particular en el de las miniaturas. Pero ¡así tenemos excusa para volver pronto! 🙂 Un saludo!
Hola me podría decir k vale la entrada al castillo?? Muchas gracias
Me gustaría saber el precio para poder visitar el castillo
Hola! Creo que fueron 4€/Adulto y 2€ niño. ¡Es muy bonito el lugar! Muy recomendable 🙂