¿Pero Berlin tiene playa? 😉
El último día de nuestra última estancia en Berlín lo disfrutamos precisamente fuera de Berlín. Nos escapamos del ambiente urbano para disfrutar de una zona que nos pareció magnífica y que mis peques pasaron a denominar la playa de Berlín.
Muy bien comunicada a través de transporte público y a tan solo 30 minutos de Berlín, se encuentra Wannsee. Se trata de una serie de lagos unidos entre sí que dan nombre al distrito donde se ubican y que han originado la zona de baño y recreo de la mayor parte de los berlineses. (La verdad es que en este viaje, utilizamos siempre transporte público ya que es una pasada lo bien que funciona y con nuestras Berlin WelcomeCards lo teníamos cubierto para los 4 durante todos los días que estuvimos allí).
Para llegar hasta Wannsee, podéis ir en tren (eso sí bajaros en la parada anterior a Wannsee si vais a la zona de baño). Una vez, en tierra, basta cruzar la carretera a través de un puente habilitado para ello y recorrer un magnífico y frondoso camino para que llegues a la zona de baño llamada Strandbad Wannsee.
Este camino es muy chulo, y además en su mitad dispone de un puesto de comida - bebida donde podréis comprar desde un buen helado a una magnífica wurst si no habéis llevado nada para comer.
Strandbad Wannsee fue construido entre 1920 y 1930 y dispone de la mayor playa de interior de Europa. Sí, una auténtica playa (y preciosa además). El acceso a la zona de baño no es gratuito. Para los 4 (2 adultos + 2 niños 5 y 7 años) nos costó 12 euros. Nosotros estuvimos todo el día y llevábamos comida y bebida para almorzar en la playa.
Una vez dentro de la zona de baño, veréis una inmensa playa de arena con pequeños habitáculos que se alquilan en sustitución de las hamacas y sombrillas, para cobijarse del sol. Son muy curiosos y bonitos, de color blanco y le confiere a esa zona de la playa un aspecto muy característico.
Dentro del lago pueden verse varios conjuntos de toboganes (algo antiguos) y que aunque nosotros nos los encontramos cerrados, imagino en verano estarán abiertos para el disfrute de grandes y mayores. La verdad es que la zona en su conjunto junto a las instalaciones tiene un aspecto romántico que a mi al menos, me resultó muy bonita.
A mis peques, les encantó, y por supuesto, no pudieron resistirse al baño cual auténticos berlineses (os recuerdo que estábamos en Mayo, y la temperatura del agua no era de lo más calentita…). Además, a mi pequeña le gustó sobre todo porque en el agua podíamos ver una gran cantidad de patos que tranquilamente se bañaban contigo sin el más mínimo miedo. ¡Y hasta algún cisne que otro apareció por allí!. El agua además, no era profunda y los peques podían andar bien mientras que el agua le llegaba apenas por la cintura.
No os lo he mencionado, pero también en la zona os encontraréis, previo a la zona de baño, un ajedrez gigante con el que podéis disfrutar y reíros un buen rato, y más cercano a la playa una zona pequeña de columpios gracias a los cuales los peques pueden alternar el juego con el agua (los columpios están en la zona de arena de la playa).
Nosotros optamos por echar nuestro propio picnic y comer en la playa, pero en la entrada a la zona dispones de un restaurante (con unas vistas chulísimas sobre el lago) en el que puedes comer.
Nuestro plan consistió en pasar el día en la playa y pasarnos por el bar para esa deseada cerveza fresquita de la tarde. El restaurante se llama Wannsee Terrasse y también cuenta con zona de columpios para los más pequeños.
Os recomiendo este lugar como excursión de un día. A peques y mayores nos sirvió para salir de la ciudad por una jornada y disfrutar de un buen baño (que al menos a los míos les vuelve loco). Apúntadlo para vuestra próxima escapada a Berlin y ¡ya me contareis qué os parece!.
Además del día de “asueto” y relax en la playa también podéis visitar en Wannsee la llamada Isla de los Pavos (a la que se accede en ferry) y nos la recomendaron especialmente por ser preciosa (el nombre le viene de la existencia de Pavos Reales) así como la Casa de la Conferencia Wannsee. Ésta última por su importancia histórica al ser el lugar donde se realizó la Conferencia WannSee en 1942 y en la que se tomó la llamada “Solución Final” refiriéndose como tal al asesinato de los judíos europeos.
Nosotros en esta ocasión, no visitamos ninguna de las dos, pero por supuesto, nos la apuntamos para una próxima ocasión, porque lo que tenemos claro es que volveremos pronto a Berlin.