Llevábamos ya mucho tiempo con ganas de conocer las fallas y al final, por diversos motivos, nunca nos habíamos atrevido. Este año y puesto que casi nos estamos haciendo valencianos de adopción por motivos laborales, decidimos que no podía pasar un año más sin conocerlas. Además, como justo el día grande la cremá era sábado y coincidía con el domingo de ramos…¡era imposible negarse!. Así, coche en mano y niños durmiendo salimos hacia Valencia para pasar unos 3 días de lo más divertidos.
Nos hemos alojado fuera de Valencia, en Alzira, a una media hora en coche de Valencia. Fue muy difícil encontrar alojamiento en Valencia justo para esas fechas ya que estaba todo completo. Eso, junto a que un fantástico amigo se ofreció a dejarnos su casa mientras que él no estaba, hizo que nos decidiéramos a quedarnos allí. ¡Y donde también había fallas!. Porque las fallas las podrás encontrar, no solo en la ciudad de Valencia, sino en un gran número de pueblos de Comunidad.
A nivel operativo no nos ha supuesto ningún problema alojarnos en Alzira. Nos desplazamos a Valencia tanto coche como en tren y la duración en tiempo era similar. El inconveniente de ir en coche ya os podéis imaginar, en esas fechas, el aparcamiento y la circulación por las calles de Valencia, totalmente cambiadas y abarrotadas de gente. Aún así, el día que lo utilizamos, aparcamos directamente en un parking privado (tampoco fue fácil encontrar uno libre no os creáis) para evitarnos dar muchas vueltas y aunque fue caro, lo recomiendo.
Para que comparéis, el precio del tren ida y vuelta desde Alzira a Valencia para 4 personas: 22€; el párking de 1 día completo en un aparcamiento privado de Valencia: 34€. La vuelta, con los peques ya cansados se hace un poco más dura en el tren que en sus asientos del coche (donde se quedan dormidos al momento).
La experiencia ha sido alucinante, el ambiente, la cantidad de gente, la espectacularidad de los monumentos de la falla, los petardos por doquier, las falleras, los castillos, el fuego…¡Impresiona!. Y si ha habido algo que me ha llamado mucho la atención es que sin duda, son unas fiestas que se viven en familia. Era una pasada la cantidad de familias que estaban disfrutando de la calle, al igual que nosotros, a pesar de la gran algarabía y multitud.
Por tanto, aquí os dejo mi particular resumen y recomendaciones por si alguno os animáis a conocerlas el próximo año. Mis peques con 5 y 7 años os aseguro que recordarán el momento de la cremá por muuucho tiempo.
1- VIVE UNA MASCLETÁ.
Es imprescindible. El olor a pólvora, y los pizcos de ceniza cayendo sobre tu cabeza ¡y eso que estábamos a una calle de distancia de la Plaza del Ayuntamiento!. El sonido es realmente impresionante (en la plaza dicen que puede alcanzar los 120 decibelios). Los míos realmente alucinaron con el sonido y con las luces que bailaban en el cielo de la plaza del Ayuntamiento. RECOMENDACIONES: Si vas con peques, alejaros un poco (no te preocupes que lo oirás) para que a ellos no les asuste y puedan disfrutarlo bien. Durante la mascletá, mantened la boca abierta.
Os dejo con este mini vídeo, que no se ve muy bien, pero para que os hagáis una idea de la distancia y el sonido.
2- ENTRA EN UNA DE LAS CALLES ILUMINADAS.
Fue lo que hicimos en nuestra primera noche. Llegamos, y fuimos directamente a ver una de las calles iluminadas. Chulísimo para mayores y pequeños. Eso sí, muchísima gente (en general, si visitáis las fallas en el momento álgido debéis ir preparados para enfrentaros a la muchedumbre continuamente), pero increíble. Un túnel de luces que desembocaba, en el caso de la calle que visitamos, en una preciosa falla que además, fue la que ganó (Cuba Literato Azorín). Los peques que en un principio se mostraron reticentes a pelearse con la muchedumbre de gente cuando de repente empezaron a ver la calle, no había quien los parase por entrar. RECOMENDACIONES: Cuidado con la gente (bueno, esta es una recomendación general para todo el post. Niños bien vigilados y agarrados).
3- PRUEBA LA HORCHATA Y CÓMETE UNOS BUENOS FARTONS.
Prepárate a andar y a visitar calles y fallas. Valencia literalmente tiene una falla en cada esquina y querrás verlas todas. Nada mejor que reponer fuerzas con algo que además a los peques les encanta. Puedes combinarlos con unos buenos churros o unos buñuelos de calabaza y seréis invencibles. RECOMENDACIONES: No dejes esto para el último día, te arrepentirás de no haberlas probado el primero ;).
4- VISITA LAS FALLAS, RECORRE LOS BARRIOS Y DISFRUTA CON LOS MILES DE DETALLES QUE ENCONTRARÉIS EN ELLAS.
Id preparados porque cada año se “plantan” en Valencia entre 700 y 800 fallas.
Para los más pequeños, es muy divertido observar los “muñecos” diferentes de cada monumento. Buscar el minion que aparecía en todo lo alto de una figura enorme, ese otro pícaro al que se le veía el culete, las figuras de los super héroes y en definitiva los montones de cosas divertidas que se podían ver en cada una de ellas. Para cada falla, teníamos el monumento infantil y el de adultos, y mola mucho verlos ambos. Mis peques corrían de uno a otro alucinados de sus tamaños. Los barrios de Ruzafa, El Carmen y la zona del Ayuntamiento es casi donde podréis ver de las más famosas, y donde se concentran según nos contaron las llamadas fallas de la sección Especial (es decir, las de mayor presupuesto).
Los fallas se clasifican en función de su presupuesto, siendo las Especiales las de mayor, y a partir de ahí las Primera A, Primera B…hasta séptima C. La financiación la consigue las comisiones falleras existentes en los barrios, que están todo el año buscando actividades etc. para poder realizar la falla en la fecha de San José.
Si al igual que nosotros, llegáis en tren a la estación del Norte, desde allí tendréis muy cerca algunas de las fallas más famosas como es la de Convento Jerusalén, o la del Ayuntamiento.
Pasear por los barrios de Ruzafa o El Carmen es una gozada…entre las fallas más emblemática están la Na Jordana o Cuba Literato Azorín. La Falla de la plaza del Pilar, por las pequeñas dimensiones de la plaza…
Simplemente dejaros llevar por las calles. Dónde vuestras piernas os lleven.
RECOMENDACIONES: Calzado cómodo, porque andaréis mucho. Los míos que son duros aguantaron como campeones, y alucinaron pero volvían muy cansados. Además de con las muchedumbres, cuidado con los petardos. Se tiran por todos lados y por todo el mundo y hasta que se acostumbren, les pueden asustar. Especialmente, cuidado si veis que son un poquito más grandes de la cuenta (bueno, para mí cualquier cosa era más grande) no vaya a ser que se los tiren justo al lado.
5- LA OFRENDA FLORAL A LA VIRGEN DE LOS DESAMPARADOS.
Todo el mundo me decía que era una de las cosas que no me podía perder y efectivamente…NO TE LA PUEDES PERDER. Cada comisión fallera, con sus falleras mayores incluidas (la adulta y la infantil) desfilan andando desde su falla hasta la plaza de la Virgen, para llevarles un ramo de flores (cada una de ellas) que una vez en la plaza, y con una organización cuidada al milímetro van colocando en el gigantesto manto de la Virgen, de casi 15m de altura, para configurar un colorido dibujo (cada año diferente).
Los ramos y flores que sobran del manto, se van ubicando en determinadas zonas de la plaza. Es alucinante ver a las falleras desfilando con esos increíbles trajes, e impresiona ver esa enorme figura de la Virgen que sobresale por encima de todos en la plaza. Los peques alucinaron de veras.
RECOMENDACIONES: Respecto al desfile como es muy largo (se realiza durante varios días), basta con que estéis el rato que consideréis oportuno. Es complicado acceder a la plaza de la Virgen mientras dura el desfile, ya que parte está cortada y los accesos están abarrotados. Así que mucho mejor ver el desfile de falleras fuera de la plaza, y cuando ya termine todo (19 por la mañana), pasear tranquilamente por la plaza y observar detenidamente la Virgen.
6- EN FALLAS NO SE DUERME.
Lo siento, si pensábais que no importaba trasnochar porque luego por la mañana os podíais levantar tarde…¡CRASO ERROR! A las 9:00, comienza la DESPERTÁ, en la que los falleros recorren las calles tirando petardos al suelo y acompañados de una charanga (por si no has oído los petardos). Y en Alzira, donde nosotros nos alojábamos, también hay despertá. Según nos contaron, es una de las cosas que despierta polémica entre los vecinos. RECOMENDACIONES: buf…¿tapones?. Además, pasan varias veces…
7- ¿TIRAMOS UN PETARDO? DE LOS PEQUEÑOS, CLARO, DE LOS QUE PUEDEN MANEJAR LOS NIÑOS.
Cuando fuimos a una de las tiendas en las que se anunciaban la venta de petardos, y preguntamos para ver cuales eran los que los niños podían tirar sin peligro…alucinamos. La amable mujer nos mostró un catálogo que os aseguro era la primera vez en mi vida que veía: fuentes, ranas saltarinas, bombetas…a mis peques casi les da algo de alegría.
Finalmente nos llevamos de varios tipos y los fuimos probando poco a poco. Creo que no puedes vivir estas fiestas y no tirar alguno. RECOMENDACIONES: Precaución para los noveles como nosotros. Y los niños siempre bajo vuestra supervisión. Los más pequeñitos (bombetas) no tienen ningún peligro, explotan con contacto (no hay ni que encenderlos) y para los más pequeñitos están genial.
8- LA NOCHE DE LA CREMÁ.
Para nosotros fue lo más espectacular y con unas sensaciones que recordaremos todos.
Vimos la cremá de la falla Convento Jerusalén, una de las más espectaculares y ubicada en una plaza cerrada no demasiado grande. No estaba dentro de nuestros planes pero llegamos mucho tiempo antes del momento de la cremá, para ver la quema de la falla infantil (que es unas 2 h antes) y aunque la falla infantil apenas la vimos debido a la gran cantidad de gente, cuando esta pasó, y la gente se fue, nos pusimos en primera línea de falla y decidimos esperar allí, para ver de cerca la cremá de la gigantesca falla. Así y fuera de todo pronóstico (pensábamos que no íbamos a aguantar las casi 2 horas que hacía falta, ni nosotros ni los niños), y gracias a la charla con la gente de alrededor y poder ver tan de cerca cómo preparaban la falla para la cremá (como instalaban los fuegos para el castillo inicial, como introducían dentro de la falla los petardos para que explotasen en el interior, como la fallera mayor se hacía fotos, como trabajaban los bomberos, etc.) se nos pasó el tiempo más rápido de lo que pensamos.
Especialmente curioso es que los bomberos, previo al fuego y durante los minutos que la falla se está quemando, van rociando con agua todas las fachadas de la plaza debido al enorme calentamiento que se produce (a nosotros también nos regaron, literalmente, los bomberos).
La cremá comienza con un castillo de fuegos, tras el cual el fuego se hace rápidamente con toda la estructura. Impresionante realmente. Cuando comienza a arder, un calor tremendo se expande rápidamente por toda la plaza y sientes como la cara se te enciende. En ese momento, toda la muchedumbre que asiste al espectáculo retrocede para evitar ese gran calor, y cuando pasan unos momentos de nuevo volvimos a avanzar. Los peques alucinaban ante como el maravilloso monumento estaba siendo destrozado por las llamas. Nunca habíamos visto tan de cerca un fuego tan grande. De hecho la preocupación del mayor se basaba en si alguna de las partes del muñeco se caería hacia la gente. Os aseguro que la sensación para todos, fue increíble.
Eso sí, una logística impecable por parte de bomberos y de todos los que se encontraban en la falla.
RECOMENDACIONES: Intentad ver la cremá de cerca. Aunque las fallas por su tamaño pueden verse de lejos, os aseguro que merece la pena la primera fila (si aguantáis el tiempo necesario claro). Para nosotros, esta espera y este momento ha sido de lo que más nos ha merecido la pena. Preparaos para la gente y armaos de paciencia (y rezad para que no les entre a los niños ganas de hacer pipí). Cuidado con el momento de la quema y el calor, si lleváis algo que les pueda proteger la cara en ese momento estaría bien. Si les da miedo los castillos de fuegos, podéis cogerlos en brazos o en colombrillos en ese momento para que se sientan más protegidos.
En nuestro caso, no nos atrevimos a acercarnos a la Nit del Foc (demasiado tarde para nosotros y no estábamos seguros de si los peques se asustarían) ni la Cabalgata del Fuego (ya que se suspendió por lluvia), así que nos quedan pendientes para otra ocasión.
Os aseguro que la experiencia mereció la pena. Completamos nuestra escapada a Valencia con una visita a la Albufera y nos quedó un conjunto perfecto.
Eso sí, nos quedan muchas cosas aún que descubrir de Valencia. Y poco a poco, lo iremos haciendo.
¿Y vosotros? ¿Habéis estado en las fallas con vuestros peques?
Lo has descrito fenomenal Pili! Con muchos buenos consejos. El año que viene repetirás?
Si podemos…¡por supuesto! Venimos alucinaos!