El comienzo de esta Semana Santa lo hemos disfrutado en Valencia. Teníamos muchas ganas de conocer la fiesta de las Fallas y aprovechando que este año, el día 19 de Marzo (día de la Cremá) caía en sábado, allí que nos fuimos para disfrutar en familia de su espectacularidad.
Todas nuestras aventuras falleras os las contaré en detalle pero hoy quiero comenzar con el magnífico día que pasamos en El Palmar, en plena Albufera de Valencia. Un Domingo de Ramos un poquito diferente que nos sirvió para descansar después de los días de caminatas y emociones fuertes en las Fallas y reponer fuerzas con la tranquilidad que esta zona emana.
La Albufera está situada a unos 10 km al sur de Valencia, y está designada Parque Natural desde 1986 por su gran valor ecológico, con especies en extinción que habitan en ella y rodeada de arrozales (por ahí he leído que más de 200km2 de arrozales). Se trata de una laguna costera, un humedal con una profundidad media de 1 m (esto me llamó un montón la atención porque… ¡pensaba que era más profunda!). que ha servido para que pescadores y cultivadores de arroz vivieran y desarrollaran la economía (y la gastronomía de la zona).
La Albufera está formada por una serie de pueblecitos divididos en cuatro comarcas (Ribera Alta y Baja, Huerta Sur, y Ciudad de Valencia) y sin duda, si queréis disfrutar de una riquísima paella, un arroz a banda increíble o del típico All i Pebre (con las típicas angulas de la laguna) es la zona a la que tenéis que ir.
En nuestro caso nos dirigimos a El Palmar, pueblo en el que os encontraréis con restaurantes por doquier, empresas de alquiler de barcas y muelles. Era domingo (y de Ramos) por lo que nos encontramos bastante gente que paseaba por las callecitas y que inundaba los restaurantes.
Hay muchos autobuses turísticos que os podrán llevar desde Valencia hasta El Palmar aunque nosotros íbamos en coche. Hay muchos restaurantes que tienen su propio aparcamiento y que además dan a pequeños muelles desde donde podréis reservar una barca para dar un paseo por la Albufera. La combinación de almuerzo más paseo en barca después nos resultó magnífica.
Os recomendamos aparcar en el aparcamiento gratuito que hay justo a la entrada de El Palmar, ya que podréis tener el coche todo el tiempo que queráis allí. Si lo aparcáis dentro de un restaurante debéis sacarlo cuando el restaurante cierre.
Llegamos por la mediodía a El Palmar y comimos en un restaurante llamado El Rek, (un arroz a banda increíiiiiible). No llevábamos ninguna recomendación pues habíamos decidido sobre la marcha pasar el día en La Albufera, así que elegimos ese restaurante por tener el pequeño muelle en su parte posterior, porque era amplio y porque disponía de una pequeña zona-ludoteca para los peques con mesa para pintar y algunos juguetes. Lo justo para que la espera de la comida y la pequeña post-comida la pasaran genial. La comida nos resultó muy buena.
Eso sí, os recomiendo que si queréis algún restaurante en particular reservéis porque había mucha gente.
Tras la comida, el propio restaurante nos hizo la reserva para nuestro paseo en barca. Con un precio genial (4€/persona y los peques menores de 4 años no pagan) y un guía (Vicente) simpatiquísimo y con una mano alucinante para los niños el paseo en barca fue alucinante. Si vais con peques como nosotros algo de abrigo para el paseo en barca no viene mal. Nosotros lo hemos hecho en marzo y hacía frío durante el trayecto.
Una forma genial de disfrutar del paisaje, los pasillos de cañas por los que la barca pasaba entre medias, las barracas, las zona de pesca y una luz alucinante que lo bañaba todo. Los peques lo disfrutaron mucho también, aunque no conseguimos que pararan durante todo el trayecto. De arriba para abajo querían verlo todo desde todos los ángulos posibles.
Muy recomendable experiencia para niños y mayores.
Después, Vicente nos acercó hasta el siguiente muelle tras el que en teoría nos debiéramos haber bajado, para que pudiésemos dar un paseo (tranquilo) por los campos de arroz. En ese momento, no están aún sembrados por lo que nos lo pudimos ver en todo su esplendor pero la tan sola extensión ya impresiona. Un paseo tranquilo, unos niños que corrían por los caminos y en definitiva una magnífica jornada en este precioso lugar.
Y tip del lugar: Justo al lado de la entrada de El Palmar, al ladito del aparcamiento gratuito, encontraréis un parque de columpios. ¡Una buena forma de despedirse de La Albufera!
Si visitáis la zona con peques, no os perdáis este momento. ¡Es realmente bonito!