Este fin de semana ha sido muy especial. Hemos tenido la suerte de compartirlo con muuuuuuuchos amigos celebrando una boda “deconstruida” de una manera nada convencional y que a todos nos ha cautivado. Pero mi objetivo, por supuesto, no es contaros la boda, sino los descubrimientos que hemos hecho :-D.

El pueblo visitado ha sido Baños de Montemayor, al norte de la provincia de Cáceres (limitando con Salamanca), en el Valle de Ambroz, y muy cerca del Valle del Jerte. Si por algo es famoso es por sus baños termales, con un impresionante hotel balneario en el centro urbano del pueblo. Es una zona situada al ladito de la estación de esquí de La Covatilla, la Peña de Francia, el Valle del Jerte y la comarca de la Vera, y por supuesto muy cerquita de Salamanca.

Sin embargo, nosotros no hemos visto el balneario. Nos hemos alojado durante el fin de semana en lo que para mí ha sido un gran descubrimiento. Se trata de un Complejo Turistico Rural llamado El Solitario y que a los lilliputienses les ha encantado. Este complejo se ubica como un pequeño “pueblito” a las afueras de Baños de Montemayor y está totalmente integrado con el entorno. Dispone de diferentes modalidades de alojamiento, que podéis ver en su web: apartamentos, casitas, albergue y los chozos. Yo os hablaré de los chozos ya que es donde hemos estado.

Los chozos (también llamados por mis lilliputienses las casitas de indios) están geniales. Se trata de construcciones graníticas con techo de madera (mi pequeñita decía que era como la casa de los 3 cerditos) circulares y que representan las construcciones más típicas de Extremadura. En el complejo disponen de 9 chozos (formando un pueblito) de diferente capacidad.

El nuestro era de 2 plantas, y con capacidad para 10 personas (y alguna cuna más que cabía por ahí). En la planta de abajo tenías el salón-cocina con su buena chimenea, y 2 dormitorios con sus respectivos cuartos de baño. La planta de arriba era todo diáfana y en ella encontrabas 1 cama doble y 3 camas individuales junto a otro cuarto de baño. Muy chulos. Nosotros dormimos en la planta de arriba y los peques alucinaron por dormir cerca del techo de madera, que era muy bonito. Aunque había una cosa que no me ha gustado para los más pequeños: las escaleras de madera de acceso a la planta de arriba eran tremendamente empinadas, por lo que había que estar pendiente especialmente de los más pequeños. Aunque en la parte de arriba de la escalera, había una barandilla que podías cerrar por la noche, para evitar “fugas infantiles nocturnas”, hubiese estado bien tener otra barandilla similar en la parte de abajo, para evitar que pudieran subir.

En cualquier caso, ya os digo que el chozo era una pasada.

Además, el complejo turístico dispone de un restaurante enorme (es donde celebraron todas las comidas y fiestas de la boda), con una plaza pequeña. La accesibilidad es buena (eso si alguna cuesta que otra) pero puedes moverte bien por todo el complejo con un carrito (nosotros apenas lo utilizamos, porque la pequeñita ya va andando casi siempre, especialmente en distancias cortas). Quizás en algunos puntos, puedes encontrarte con algún obstáculo, pero nada insalvable para un carrito de bebé.

Para los peques está muy bien orientado. Dispone de recintos con animales distribuidos por todo el complejo. Una especie de granja repartida… conejos (en jaulas y sueltos); patos, pavos reales, cabras, cochinos, burros, caballos…vamos que los niños se lo pasan bomba. Puedes pasear alrededor de todo el complejo con ellos.

Para el verano, disponen también de piscina. Y también existe, una zona de columpios que me encantó, absolutamente acorde con todo el entorno, con su puerta y su mesa de piedra… Muy bonita.

En definitiva me pareció un buen lugar para alojarte con los peques. Ya os digo que a los míos les encantó. Si visitáis la zona puede ser un buen lugar como centro de operaciones. Y de precio tambien va muy bien.

Desde aquí…solo me queda felicitar una vez más a esos grandísimos novios y agradecer el fantástico fin de semana que nos han hecho pasar…

¡Muy feliz semana!