Hoy os traigo la bonita ruta que hicimos durante nuestra escapada al Valle del Jerte. Se trata de la Ruta de los Pilones, ubicada en la Reserva Natural Garganta de los Infiernos, entre los términos municipales de Cabezuela del Valle y Jerte (Cáceres).
Fue una ruta que disfrutamos mucho tanto por el recorrido como por la compañía, ya que la hicimos en grupo, con todos nuestros lilliputienses pasándoselo bomba :-D. Genial.
La Ruta comienza en un sendero que parte desde el mismo Centro de Interpretación de la Reserva Natural, ubicado prácticamente a la entrada de nuestro camping (Camping Valle del Jerte) y está muy bien señalizada durante todo el trayecto. En el centro de Interpretación nos dieron toda la información necesaria para realizar la ruta así como un plano indicativo con ésta y otras rutas posibles a realizar en la zona con los peques.
La Ruta de los Pilones, ida y vuelta, son unos 7 km aproximadamente y tiene un desnivel según he leído de 250 m. Aunque nos indicaron que se realizaba en 1 hora (más o menos), nosotros necesitamos bastante más. Cierto es que nuestros lilliputienses son pequeños (venían con nosotros un total de 6 lilliputienses de los cuales el mayor tenía 4 años), con lo que nuestro ritmo era bastante irregular. Tardamos aproximadamente unas 2 horas en subir (bajar fue más rápido).
La ruta es muy bonita. Comienza con una subida entre castaños para luego continuar entre robles muy altos. La mayoría de la ruta se realiza en la sombra lo que se agradece mucho, especialmente cuando la ruta se hace a finales de Julio. También os avisaré que, aunque la ruta es apropiada para hacerla con lilliputienses, la primera subida se les hizo un poquito pesada. Aunque nada que no se pueda remediar con las espectaculares vistas, la búsqueda de tesoros y algún zumo fresquito ;-).
Tras la subida, se llega a una bifurcación en la que se continúa, ya hacia abajo, por una pista forestal hasta llegar a Los Pilones. Los Pilones son unas pozas, unas piscinas naturales que se han formado por la erosión del agua en las rocas de granito. Justo antes de llegar a ellos, hay una explanada pequeñita, donde encontraréis una mesa de madera con unos bancos para poder sentarse a tomar algo o a hacer un descanso.
Una vez en Los Pilones, la diversión está asegurada. Eso sí, nosotros nos encontramos con un montón de gente, por lo que os recomiendo que lo hagáis en un día entre semana. Fuimos un sábado y el lugar estaba bien llenito.
Ahora bien, el acceso es complejo para ir con lilliputienses pequeñitos. Se baja a través de una escaleras en la roca. Una vez desciendes a los pilones, te encuentras con un pequeño puente de madera que une ambas orillas del río. Cruzarlo por tanto, no supone un problema, pero si puede serlo para avanzar por cada una de las orillas. No hay un camino como tal, sino que debes ir saltando y sorteando las rocas de granito existente con lo que, aunque para tí solo no es un problema, si llevas encima a una pequeñaja de 13 kg o a un bebé en un portabebé, la cosa se pone un poco más compleja. Debes andar con cuidado. Os recomiendo encarecidamente llevar un calzado adecuado. Con ésto no quiero desanimaros a hacer la ruta, porque realmente merece la pena, sino simplemente que no os pille desprevenidos.
Una vez ubicados convenientemente en las pozas…a divertirse. Nosotros conseguimos encontrar un huequito para sentarnos todos y tomarnos nuestros bocatas. También es un poco difícil encontrar un lugar “plano” para sentarse, ya que ambas orillas las encontraréis en pendiente.
Los peques se lo pasaron genial. A mi lilliputiense mayor no había forma de sacarlo del agua y eso que estaba muy, muy fresquita!
Para el baño de los más pequeños, os recomiendo que utilicéis zapatillas, ya que así se meterán en el agua mucho mejor y evitarán escurrirse o pincharse con algo (y que conste que a mi se me olvidaron).
La vuelta se hizo más rápida, tras la pequeña subida inicial de la pista forestal, luego el trayecto es muy fácil y hacia abajo. Aunque íbamos todos ya muy cansados después de bañarnos y jugar mucho en los Pilones. Eso sí, no hubo nada como un ratito de descanso en la piscina del camping (de remojo en remojo) para quedar listos para una cena bien rica y un descanso monumental.
Una ruta muy recomendable. Y un lugar absolutamente espectacular. No os la perdáis si tenéis ocasión.
Y ahora…a por la semana… ¡qué es lunes!
¡Que tengáis muy buena semana!
Si queréis conocer los puntos clave de la escapada al Valle del Jerte, podéis hacerlo en este enlace.
La ruta es preciosa y el premio final, espectacular. Nosotros la hicimos una Semana Santa, cuando todavía quedaban cerezos en flor, antes de tener peques 🙂 Habrá que ríete tírala con ellas 😉
Pues con los cerezos debe ser chulísimo! A mi me pareció increíble el paisaje y me sorprendió un montón. Y los Pilones…alucinantes! 😉 Gracias por pasar por aquí!
*repetirla (dichoso corrector…)