Anciles fue una de las joyitas que descubrimos en nuestro periplo por el Valle de Benasque en el Pirineo Aragonés.

Se trata de un pueblito muy pequeño (por la web he leído que tiene 22 habitantes) y ubicado a unos 2 km de Benasque. Está declarado Patrimonio Histórico-Artístico y se caracteriza, además de por su belleza, porque se trata de un pueblito peatonal. No está permitido la circulación de vehículos (salvo los residentes) por sus calles, lo que lo convierten en un lugar fantástico para pasear con los lilliputienses.

Para llegar a Anciles, se hace a través de un camino que sale desde el mismo Benasque. Como ya os he indicado, son unos 2 km aproximadamente, luego puede hacerse tranquilamente andando (de hecho puede verse mucha gente paseando) o en bici. También se puede realizar en coche, claro, pero en este caso, el coche debe quedarse aparcado a la entrada del pueblo, en un lugar habilitado como aparcamiento (no hay que pagar).

En ese camino de acceso está también ubicado el Centro de Interpretación del Parque Natural Posets-Maladeta, así como una pequeña explanada donde alquilan caballos y ponis (siempre estaba llenito de familias). El paseo es muy agradable.

Según nos indicaron, el punto de interés de Anciles (aparte de “todo él en sí mismo) es su pequeña iglesia románica. Nosotros no tuvimos la suerte de verla por dentro, ya que, estaba cerrada, y aunque nos comentaron que normalmente una vecina de al lado, solía tener la llave, no la localizamos.

También podréis encontrar un restaurante en el pueblo: Restaurante Ansils. Con una pinta buenísima. Además del establecimiento en si mismo, tiene en la acera de enfrente a la puerta, una terraza cerrada con una casita para los más pequeños. Es un muy buen lugar para tomarse algo tranquilos, ya que como es un recinto cercado, tienes a los peques controlados y se entretienen con la casita. En esta terraza, sin embargo, no se puede comer. Para ello hay que acceder al interior del restaurante.

Anciles en su pueblo precioso para dar un paseo tranquilo con los lilliputienses. Justo en la entrada al pueblo, después de la zona de “aparcamientos” hay unos pequeños columpios donde hacer un alto durante un rato. También en la entrada hay un letrero explicativo de los diferentes senderos que pueden realizarse desde Anciles. En concreto, hay una ruta que llega hasta el Embalse de Llinsoles. Nosotros no lo hicimos, ya que ese día íbamos de “urbanitas” :-D.

En definitiva, un precioso rincón que siento la obligación de mostraros. Mis lilliputienses corrieron con total desparpajo por las callecitas, alucinaron viendo las vacas, y el tracto que apareció de la nada en mitad del prado. Por supuesto, hicimos parada obligatoria en los columpios y en definitiva, pasamos una bonita y tranquila mañana.

¡No os lo perdáis!

¡Qué tengáis un gran miércoles! 

Si queréis conocer los puntos clave del viaje al  Valle de Benasque, podéis hacerlo aquí