En el Valle de Benasque, a unos 20 km aproximadamente de la “capital” del citado Valle, se encuentra Seira, en pleno Pirineo Aragonés, dentro de la comarca de la Ribagorza.
Personalmente, no había oido hablar de él, hasta que, las pasadas vacaciones, reservamos nuestro alojamiento allí a través de la web de Airbnb. Pueblo pequeñito (de tan solo 180 habitantes), ubicado en la carretera que une Barbastro con Benasque (km 393 de la N-260), de gente muy amable y vistas espectaculares.
En general, es un pueblo muy tranquilo. Si os gusta salir por la noche, o buscáis algo de animación, no es una buena opción (os recomiendo alojaros en Benasque). Para nosotros, como la salidas nocturnas no son nuestra prioridad, fue un buen centro de operaciones. Para que os hagáis una idea, el único bar del pueblo sirve comidas de 21.30 a 22.30, con lo hay que andar con ojo.
Sin embargo, es muy bonito pasear por él. Silencio, tranquilidad y, gente tremendamente amable, son puntos muy a favor.
El pueblo está, en realidad, dividido en dos partes: Seira y la Colonia, ambas separadas por el río Ésera y ubicadas cada una de ellas en un margen del río.
La Colonia se encuentra al pie de la carretera, y se generó tras la construcción de la central hidroeléctrica. En ella se encuentran, además de la central, todos los servicios del pueblo: el ayuntamiento, guardia civil, supermercado, bar, piscina municipal… también tiene una zona pequeñita de columpios. Hay que destacar que durante todo el mes de agosto y parte de septiembre, la central tenía un calendario de visitas guiadas gratuitas, de 1,5 h aprox. de duración y que se complementaban con el Museo de la Electricidad, ubicado en la planta baja del Ayuntamiento. Aunque no os puedo contar más de estas visitas, ya que, no llegamos a hacerlas :-(.
Nuestro alojamiento estaba en la Colonia.
Sin dudarlo, su piscina municipal, también en la Colonia,…una maravilla. Entre montañas, es un lujazo pasar una tarde allí. Dispone de una piscina de chapoteo para los pequeños y otra mayor para los adultos. También hay un kiosco donde se pueden comprar bocadillos o helados.
Nosotros la disfrutamos en un par de ocasiones. Además, me gustaría resaltar que, el primer día cuando llegamos, tras deshacer el equipaje, dimos una vuelta por el pueblo y nos dirigimos a la piscina. Allí nos encontramos que, la dueña del alojamiento, nos había invitado a pasar la tarde, dejando nuestros datos en el acceso a las instalaciones. Todo un detalle por el que desde aquí, me gustaría darle las gracias.
Eso sí…aviso…en Seira…hay cuestas :-D.
El Seira original se encuentra a 1 km aprox. de la Colonia, siguiendo una carretera que sale de la Colonia y cruza el río Ésera. Allí podéis encontrar la iglesia y la ermita.
Siguiendo por esa carretera y una vez pasado el Seira Original, a unos 2 km, se pueden encontrar las Pozas de Seira. La estrecha carretera se abre y queda una gran explanada entre montañas en la zona izquierda, donde puedes dejar el coche, mientras bajas al río. El camino de acceso parte desde la zona derecha de la carretera. No es accesible con carrito y hay que andar, en ocasiones, entre las piedras del río.
Las pozas se encuentran en una bonita parte del río, en la que puedes bañarte (el agua no tiene mucha profundidad) y disfrutar de un rato de tranquilidad. Eso si, si lleváis para vuestros peques zapatillas de goma, para evitar que se escurran al pasar entre las rocas, será mucho mejor. Mis lilliputienses alucinaron viendo y cogiendo ranas pequeñitas :-D. Aunque, tened en cuenta que el agua está muy “fresquita”.
Se trata pues, de un lugar pequeño, tranquilo y fuera de las aglomeraciones turísticas en verano, que puede ser tomado como centro de operaciones y que bien merece unas líneas.
Además, eso de dormir escuchando el sonido de la corriente del río en el silencio de la noche… es genial.
Por eso, hoy lunes, día en el que todo se acelera y corremos para empezar la semana, quería recordar la tranquilidad de Seira, sus paisajes, y en definitiva, la paz que transmitía.
¡Que tengáis un muy buen lunes!
Los puntos clave del viaje al Valle de Benasque (Pirineo Aragonés), aquí
Que sitio más chulo. A mi me encantan los pequeños pueblos de montaña con su tranquilidad y su sosiego.
Un abrazo. 🙂
Pues te aseguro que Seira es bien tranquilo. Pequeñito y relax absoluto. Para desconectar de todo viene la mar de bien! 😉