¡Si!
Se ha dado el pistoletazo de salida. Parece que el buen tiempo ya asoma tímidamente y Córdoba se llena de puestos al aire libre de riquísimos caracoles. ¡Cómo me gusta!. Me gustan los caracoles, me gustan los puestos, y me gustan porque son el preludio de la Semana Santa y de un mayo que todos en Córdoba estamos deseando que llegue.
Los puestos de caracoles son tradicionales aquí. Y cada año van tomando mayor relevancia en esta época previa a la primavera. Se ve que los cordobeses somos «caracolesadictos» :-D. Y es que, pocas cositas hay más buenas que un buen vasito de caracoles y una cervecita (¡la hora y el lugar da igual!).
Además, poquito a poco el número de puestos van aumentando. Este año son 37 los puestos que han sido autorizados y que se disponen por toda la ciudad. Estarán abiertos desde marzo hasta el 15 de junio, y según he leído en los medios, se repartirán 2000 kg diarios, cantidad que llegará a 3000 kg en fin de semana. Así que… ¿Nos gustan o no nos gustan los caracoles?. También cabe señalar que se ha constituido una Asociación: la Asociación de caracoleros cordobeses, entre todos los que participan en este mundo del caracol.
Los precios son de 1,20€ el vasito de caracoles chicos (no me digáis que no podéis probarlos). Las cabrillas y los gordos aún no los he probado…pero todo se andará :-).
La verdad es que la temporada ahora es mucho más amplia que hace unos años (que empezaba prácticamente en abril-mayo). Ésto se debe a que estos primeros caracoles que se sirven son importados de Marruecos. Según he leído también en los medios, estos caracoles son traídos a través de una empresa cordobesa, Natucaracol, que los distribuye a diario (ya que los puestos no cuentan habitualmente con cámaras frigoríficas) y reparten los cerca de 50 kilos que compran el mismo día. A partir de abril, se empezará ya a consumir producto nacional, un caracol más pequeño y sabroso, que viene sobre todo de provincias con un clima más húmedo, como Almería o Alicante.
Normalmente los puestos están gestionados por familias, donde todos los miembros echan una mano y supone una manera de obtener ingresos extras durante estas fechas (que en la época en la que estamos no viene nada mal). Una vía de diversificar la economía local / familiar al fin y al cabo.
Los puestos están ubicados por toda la capital. Hay puestos en todos los barrios por lo que no es nada difícil encontrarse con uno o varios puestos en cualquier paseo que hagáis. Por supuesto hay ubicaciones «míticas» como pueden ser el puesto de la Plaza de la Magdalena o el de los Jardines de la Agricultura («Los Patos»). Hay incluso algunos puestos que ya se han animado, como es el caso de Caracoles Cruz de Juárez, y tienen hasta blog propio y página en facebook.
Bueno, ni que decir tiene que, los caracoles, los podéis pedir no solo en los puestos, sino en la mayoría de los bares, tabernas y restaurantes de la ciudad.
Por supuesto, nosotros ya los hemos probado al sol. Y es que tenemos un lilliputiense totalmente adicto a los caracoles. Desde que era chico, chico no había quien le ganase comiendo caracoles. Creo que es cosa de familia ;-).
En nuestro caso, y aprovechando que habíamos quedado con unos amigos por el centro, inauguramos la temporada en el puesto de «Los Patos».
Además, es fácil observar como el colectivo de lilliputienses es un gran activo en la campaña caracolera (creo que a casi todos los niños les gustan). Cada vez más, los puestos están preparados para recibir al público infantil, y les preparan sus propias mesitas y sillitas a tal fin, con su correspondiente barreño de menor tamaño para ellos. Mirad, mirad… (mi pequeñita rápidamente cogió un sitio para «acoplarse»)
Bueno, y para la muestra, un botón. Aquí tenéis a mi lilliputiense mayor con su vaso lleno…
Y antes de que hayáis terminado de ver la foto… ya estaba con el vaso vacío…
En fin, que más os voy a contar…que nos queda una larga y riquísima temporada de caracoles por delante. Si visitáis Córdoba en estas fechas, no dudéis en buscar una mesa al solecito y disfrutar de ellos.
Aunque tengo que contaros un secreto… ¿Sabéis cuáles son los caracoles más ricos de toda la ciudad?…. SSShhhhhhhh….
¡¡¡¡¡¡ LOS QUE PREPARA MI PADRE !!!!!!!
(Si queréis puedo hablar con él para que me pase la receta… je, je :-D)
P.D Añado este enlace que acabo de encontrar. Se trata de un plano interactivo de los puestos de caracoles en la ciudad, que poquito a poco se va actualizando. El enlace lo he tomado de la página de Facebook de Caracoles Picantones de Córdoba. Para acceder al plano solo tenéis que pinchar aquí.
Nueva modificación de entrada: No os podeís perder esta iniciativa…Córdoba Caracolea. Aquí encontraréís todos los puestos de Córdoba con opiniones de los usuarios. ¡Genial!
No sabía yo de esta afición cordobesa al caracol… la verdad es que yo soy más de bígaros (caracoles de mar), pero alguna vez los he probado como los hacen en Cataluña y tampoco están mal.
Lo que más me llama la atención es lo de los niños. O se familiarizan con ello desde pequeñísimos o si no, lo normal sería que lo rechazaran, no?
Aquí son realmente comunes una vez llegada esta época, y alcanzan su «máxima expresión» sobre mediados de abril. En general, en toda Andalucía son comunes estos puestos. Córdoba va en cabeza, pero también hay muchos caracoles en Sevilla y Jaén.
Y lo de los niños es muy gracioso. Supongo que como desde pequeñitos nos ven comerlos, pues se habitúan rápido. ¡Y les encantan!.Yo creo que lo que les gusta es el jaleillo de cómo se comen: el juego del palillo, pinchar el caracol, etc…
En cualquier caso, es muy divertido. Ya sabes, si vienes… pruébalos. Seguro que a tu guaje también le gustan. Muchas gracias por leer y comentar.
P.D A mi me encantaaaaaaaaan los bígaros, cañaillas y demás elementos marinos… esos si que se merecen un post aparte! 😀
No tenia ni idea de esta costumbre, la pena es que no me llaman mucho… no los he llegado a probar nunca, pero tengo la mala costumbre de que me tiene que entrar la comida por la vista… y eso no lo consigo… Gracias por contarnoslo.
Je, je…eso es lo malo de los pobrecitos…que muy bonitos no son ;-). Por los ojos no entran. ¡Si no estás acostumbrada debes comértelos con los ojos cerrados! Pero no te preocupes…si te animas y te vienes por aquí, ya te convenceremos nosotros para que los pruebes!!!!! Y una vez que los pruebes… como las pipas… un no parar! :-D. Muchas gracias por leer, por comentar y bienvenida a Lilliput!
Que ricos los carscoles, que pinta tienen con esa Amstel, me encantan los pequeños, que ganas de poder estar ahi.
Saludos.
¿¿¿¿a que sí???? ¡Marchando una de caracoles! :-D. Si quieres te mando un tupper…je, je 😀
Pilar, ya veo como come David esos ricos caracoles!!! A Lydia también le encantan, jejeje, ayer se comió 2 vasos del tirón!. Ah, y en mi barrio los caracoles chicos cuestan 1,10€!! Asi que veniros un dia de estos por aqui y ya verás como disfrutan los enanos también del parque que hay cerca
Besitos
Siiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii…ya he visto a Lydia! Ja, ja, jaaaaaaa. Son buenísimas las fotos. Niña es que los caracoles del centro, ya se sabe… No te preocupes que dentro de poquito estoy segura que vamos a ir a verte ;-). ¡Cuídate mucho que nos tienes en ascuas! :-D.
¡Muchas, muchas gracias por leer y comentar!
¡No sabía que los caracoles eran tan típicos allí! En Alicante se conocen como Serranas,te tengo que pasar la receta del Arroz con conejo y serranas,típico del pueblo de mi madre…mmm
Siiiiiiiiiiiiiiiiiiii!!!! Por favor!!!!!!!! Qué curioso lo de Serranas! Me gusta mucho.
Aquí ya y hasta junio, todas las salidas suelen ir acompañadas del correspondiente vasito de caracoles. Somos unos adictos.
Un saludín!