2012: odisea en el aire (o como volar con niños II)

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Aquí va la segunda parte de la temeraria aventura….

Nos vamos…¿estáis preparados?

1.- La llegada al aeropuerto

La llegada al aeropuerto suele ser buena.

Llevas bien organizado tu equipaje, vas con tiempo (salvo alguna excepción que os podría contar…) y estás la mar de ilusionado. Tus lilliputienses van cantando, nerviosos y aún más ilusionados que tú. Coges un trolley para transportar el equipaje y buscas tu vuelo en las pantallas informativas para identificar dónde tienes que ir a facturar.

Empieza la aventura.

Con suerte, puedes encontrarte que no hay mucha cola y puedes hacer check-in rapidito. Si no, debes comenzar a poner en práctica el repertorio de entretenimientos para “niños que esperan en una cola” que lleves preparado. Pero aquí, tus lilliputienses aún están frescos y puedes conseguir que aguanten estoicamente en la cola, bajo la amenaza de…“¿véis esa azafata de allí?….pues como no estéis quietos no nos deja montarnos en el avión”.

Llegas al mostrador, le das a la azafata toda vuestra documentación y te devuelven el tesoro de las tarjetas de embarque. Eres feliz porque te has deshecho de las maletas que te torturaban. !Hala! Ellas ya van camino del avión.

2.- Facturación y paso por el arco de seguridad

Tras el check-in te quedas en la gloria…solo con tu equipaje de mano, tus lilliputienses y si llevas algún carrito.

El paso por el arco de seguridad puede ser uno de los momentos más “aparatosos”. Todo debe pasar por el escáner, y cuando digo todo, es TODO. Por supuesto, el carrito también. Y como te descuides, te pasan también a los niños. Así que, dependiendo del número de niños que lleves, sus edades y las veces que pites tú al pasar por el detector de metales, la situación puede descontrolarse más o menos.

En mi primer vuelo, nosotros acabamos con dos de los vigilantes de seguridad teniendo en brazos a nuestros hijos, mientras mi marido plegaba y pasaba el carrito por el escáner, y a mí me obligaban a quitarme las botas para pasar por el arco.

En la vuelta del viaje de Amsterdam, nos cachearon a todos, incluidos los dos niños. Nos registraron el carrito y por supuesto, yo tuve de nuevo que quitarme los zapatos (siempre me pasa por llevar botas).

Al pasar el arco de seguridad es donde repasarán los líquidos y sustancias varias que lleves. Consultad la normativa al respecto.

En fin, debes llenarte de paciencia y calma…No te pongas nervioso, e intenta pasar lo más rápido que puedas.

3.- Duty Free y Embarque

Tras pasar el arco, una sensación de alivio mezclada con…”Dios mío ésto se complica” te invade.

Puedes descansar un poco (depende de como vayas ya de tiempo en este momento), tomarte algo, comprar lo que necesites por “si acaso”, dar de comer al bebé/niño antes de subir al avión…en fin, cosas varias (no te preocupes por no saber qué hacer, en realidad no tendrás tanto tiempo libre con lo que las prioridades se marcarán solas). Yo suelo comprar lo que necesite, preparar la comida de los niños, buscar la puerta de embarque y allí, en un sitio desde donde se vean bien los aviones (éste es un muy buen entretenimiento que a mis hijos les encanta), darles de comer mientras esperamos que se abra la puerta.

Te recomiendan que embarques de los primeros. Bueno, eso es fácil si consigues aguantar el primero en la cola con “los satélites” todo el tiempo necesario hasta que ésta se abre. Yo siempre he preferido esperar sentados, viendo los aviones o con alguna otra actividad. A mi me resulta difícil mantener a los lilliputienses en cola, sin formar mucho jaleo. Y si has reservado los asientos previamente es mejor entrar de los últimos. Es más fácil que tus hijos esperen fuera, que sentados  en la estrechez del avión, hasta que está todo preparado para despegar.

La puerta se abre, pasas por el finger y cuando llegas a la puerta del avión, te recogen el carrito y ¡hala! “padentro”.

4.- Vuelo

Que Dios os coja confesaos.

Pasar por el mini pasillo del avión con tus bolsas de mano, tus hijos mientras la multitud intenta colocar sus equipajes en los compartimentos de arriba, bien merecería un post aparte. Con suerte y la ayuda del Todopoderoso encuentras tus asientos y empiezas a jugar al tetris para colocar tu bolsa de mano (que no se te quede al fondo del compartimento… que la vas a tener que sacar unas cuantas veces, seguro). En nuestro caso, siempre es el Rey de Lilliput el que se encarga de eso, mientras yo me peleo con el lilliputiense mayor para que se siente (quiere ir de pie en el asiento) y sentarme yo con la chiquitina encima (que no está muy de acuerdo con esta parte y pretende por todos los medios zafarse de mí). Si puedo, pongo siempre al mayor al lado de la ventanilla.

Esperamos un rato (que se hace eterno) mientras te traen el cinturón de seguridad y el chaleco para el bebé y te explican como funciona. Una cosa que me llamó la atención, es que te informan, que, en caso de accidente, debes ponerte tú primero la mascarilla de oxígeno y después ponérsela al bebé (solo hay 1 para los 2). Tiene su lógica (si tú te desmayas, ya ni te cuento lo que le pasa al bebé) pero la primera vez que te lo dicen te choca mucho.

La espera hasta que despegamos es lo peor. Además, durante este rato, siempre hace un calor sofocante. Cuidado con el contraste de este calor con el frío polar del a/a que invade el avión una vez despegue. Lleva varias capas de ropa, para irte poniendo o quitando. Con suerte, se dormirán un poco los lilliputienses y la gente de los asientos vecinos dejará de odiarte. Me pregunto si no deberían poner en los aviones una parte “para niños” y aglomerarnos allí a todas las familias con niños viajando y proporcionarnos recursos para niños. Creo que para los demás les resultaría más fácil. Lo del don de la oportunidad no tiene nombre… en el primer vuelo, fue justo despegar y mis dos queridísimos hijos…se hicieron… Imaginaos…

Recordad que, tal y como os indiqué en la primera parte de este post, para el despegue, es recomendable que los peques beban o chupen algo (por el cambio de presión). Para los más pequeñitos si tienen chupe, es suficiente. Para los más mayores, un batido con una pajita servirá.

Es muy importante la organización de la bolsa de mano. Llevad en un lugar bien accesible, los pañales, toallitas, mudas, comida  o aquello que penséis vais a necesitar durante el vuelo. Que luego es una auténtica pesadilla sacarlo de la bolsa.

Cómo ya os indiqué en el post anterior para entretener a los niños, hay millones de opciones…desde los dibujitos de PocoYo en un portátil, hasta un montón de aplicaciones para iphone, o simplemente algún juego que sepáis le gusta. En mi caso, como a mi hijo mayor le gusta mucho pintar, nos ha bastado con un cuaderno y unos lápices, un cuadernillo de pegatinas, o un cuento para echar el rato. Sin embargo, la pequeñita, nos costó bastante trabajo  entretenerla en el último viaje (con 1 año) y hubo momentos de “alta tensión”. Aquí os dejo algunos posts donde podéis encontrar aplicaciones mil para los viaje: Mi Pequeño GulliverThe Telegraph.

Bueno, espero que os sirvan las recomendaciones. El vuelo puede hacerse muy pesado para los lilliputienses, pero acaso, ¿no lo es para nosotros?.

5.- Llegada a destino.

En este caso, la bajada de altura se va acusando desde un buen rato antes de llegar, así que recordar lo del cambio de presión que puede molestar los oídos y convertir a vuestros lilliputienses en muñecos diabólicos. Enchufadles el chupe, o lo que hayáis preparado.

La bajada del avión puede ser pesada. Os recomiendo que os esperéis a que salgan todos. Nosotros por ser los últimos tuvimos un montón de suerte en el primer vuelo y el piloto le enseñó la cabina a mi lilliputiense mayor. ¡Salió alucinao! Y nosotros también.

Nosotros siempre hemos tenido que recoger el carrito en la cinta transportadora. Aquí es importante llevar las mudas a mano, ya que si llegáis a algún lugar de clima diferente probablemente será recomendable cambiar al niño antes de salir fuera del aeropuerto.

En fin, podéis besar el suelo, saltar de alegría o hacer todas esas cosas que consideréis oportunas… porque habéis llegado. Ahora solo os queda buscar los taxis/autobuses/metros pertinentes con vuestros lilliputienses, maletas y mochilas de “mano” para llegar a vuestro alojamiento, je, je… Suerte y a divertirse!!!! que el viaje acaba de empezar!

Antropólogo Perplejo…espero tus aportaciones que sé que tú eres un auténtico experto en esto del arte de volar con niños!

PACIENCIA Y MÁS PACIENCIA

(organizaros bien y con tranquilidad)

¡A DIVERTIRSE!

Si queréis conocer la primera parte…2012:odisea en el aire (o como volar con niños I)

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Hay 8 comentarios

  1. Escrito por createster el 1 febrero, 2012

    Muy bueno, volar es toda una odisea, pero si vas preparado puede volverse muy divertido para los peques, los padres creo que no llegamos a relajarnos ni aunque se duerman!

    • Escrito por pmanrique27 el 1 febrero, 2012

      Eso es cierto!!! Relajación cero! Sin duda, volar es toda una aventura para los niños. El aeropuerto, el avión, la altura…LAS NUBES!!! es realmente divertido :-).
      ¡Muchas, muchas gracias por leer la entrada y por tu comentario! :-)

  2. Escrito por El Antropólogo Perplejo el 1 febrero, 2012

    Mi aportación se puede resumir en la siguiente: Libros de pegatinas de las tiendas de los chinos!! Superentretenidas y decorativas para el avión, las/los azafatas/os lo agradecen! 😉

    Genial los dos post!!

    bs

    • Escrito por pmanrique27 el 1 febrero, 2012

      Ahí le has dado! Gracias por leer y comentar :-)

  3. Escrito por El Antropólogo Perplejo el 1 febrero, 2012

    Se me olvidaba: Lo mejor es no volar!! Si necesitáramos volar, tendríamos alas.. eso está claro!!

    • Escrito por pmanrique27 el 1 febrero, 2012

      Hombreeeeeee…pelín radical…además técnicamente nosotros no volamos, son los aviones :-). Y lo que les mola los aviones????

  4. Escrito por Ana el 22 octubre, 2013

    Unos posts geniales! Estamos a punto de volar a Lanzarote con nuestro peque de 16 meses y nos produce mucha ansiedad el tema del vuelo. Ahora sólo quiere caminar, caminar y caminar…. Y claro, eso en el avión será un problema. Tenemos ganas de coger las vacaciones pero el tema del vuelo nos estresa cantidad! Estoy contigo con lo de la “zona para familias”, porque lo q más me preocupa es molestar a los demás.
    Muchas gracias por tus palabras, los consejos de primera mano siempre sin útiles!!

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